RESTAURANTES

Arahy, el sueño vital del chef José Ynglada

Restaurante ArahyJosé Ynglada, chef del Mentidero de la Villa durante 16 años y más conocido como Mundy, inaugura el que considera su “sueño vital”: un restaurante consagrado a la materia prima y “al placer de comer bien” que se ubica en el local del mítico Club 31 de Madrid.

Arahy (como ha bautizado al proyecto) es el nombre de su mujer, quien ha sido su apoyo durante sus más de 22 años de trayectoria. Pero también un vocablo con otro significado: en indio americano Arahy significa cambio. “Hemos querido hacer un restaurante moderno, de calidad y posicionado en la actualidad tanto en el precio (se puede comer por 40 €), como en el horario (no cierra en la sobremesa) y en las formas (no hay dress code)”. “Queremos que la gente se quite la corbata y disfrute del buen comer”.

Así, aunque han mantenido la elegancia atemporal del 31, sus bancadas y su barra de espera de club inglés, el restaurante se abierto a la calle a través de sus grandes ventanales, ha refrescado y aligerado su imagen y se ha despojado de toda formalidad para dirigirse “a todo el mundo”.

La carta de Arahy es sencilla, honesta y con una clara hegemonía del producto de primera. Aunque sin duda alguna la estrella de la carta es un apartado de seis recetas en torno al ingrediente fetiche de Mundy, el atún rojo traído de Barbate, que se presenta en tiradito con soja, lima y trufa, en tartar con guacamole, picante con wakame y almendras, a la plancha con cebolla carameliza y foie, en tataki con chipotle o caramelizado con espárragos verdes. En Arahy cobra también especial importancia la repostería. Entre las propuestas dulces se pueden encontrar tarta fina de manzana con helado de caramelo, tarta de limón y merengue, bizcocho caliente del mejor chocolate del mundo o los famosos Crepes Suzette de Club 31, cuyo flambeado en sala supone todo un espectáculo para el comensal.

La oferta de Arahy incluye una equilibrada carta de vinos que recorre casi todas las regiones vitivinícolas españolas. Una carta que se completa con un apartado de “vinos de capricho” cuya exclusividad radica no en el precio si no en su volumen de producción y rareza.

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