Con un poco de retraso respecto a las previsiones iniciales, Albert Adrià abrió ayer, al fin, las puertas de Enigma, su nueva propuesta gastronómica que algunos ya califican como el «nuevo Bulli».
Este restaurante de 700 m2, ubicado en el número 38 de la barcelonesa calle Sepúlveda, forma parte junto con Tickets, Pakta, Bodega 1900, Niño Viejo y Hoja Santa de El Barri, una aventura empresarial que Albert comparte con su hermano Ferran y los hermanos Iglesias.
A Enigma se accede marcando un código personal. Una vez dentro se recorren diferentes espacios de aspecto futurista diseñados por el estudio RCR Arquitectes, casi a modo de laberinto, en el que se van ofreciendo bocados y bebidas a los comensales. En total la experiencia se desarrolla en seis lugares con 47 bocados y tragos.
Se trata del proyecto más personal del pequeño de los Adrià para el que cuenta con el chef Oliver Peña, la directora y sumiller Cristina Losada y el barman Marc Álvarez.
Más información: www.enigmaconcept.es