GASTRONOMÍA

XXII Muestra de Embutido Artesano de Requena

XXII MUESTRA EMBUTIDO ARTESANO DE REQUENAEl Consejo Regulador de la Denominación de Origen Utiel-Requena participa desde hoy y hasta el próximo domingo 8 de febrero, en la XXII Muestra de Embutido Artesano y de Calidad de Requena, ubicada en el Recinto Ferial de la localidad valenciana. Además, los visitantes encontrarán stands de seis de sus bodegas, así como de numerosas carnicerías y empresas agroalimentarias de la Comunidad Valenciana, asociaciones locales e instituciones.

El alcalde de Requena, Javier Berasaluce, y la presidenta del Consejo Regulador IGP Embutido de Requena, Mª Luz Pedrón, inaugurarán la Muestra hoy a las 13h. Paralelamente al desarrollo de la feria, la organización organiza un programa de catas de vino comentadas en la sede de FEREVIN, showcookings, talleres infantiles y feria de atracciones. Este año, como novedad, el Ayuntamiento de Requena lanza un concurso de cachulí con el objetivo de fomentar y divulgar los platos tradicionales del municipio.

Además, el Museo del Vino Bodega Redonda (Utiel) abrirá sus puertas con horarios especiales para que se puedan acercar los visitantes de la Muestra. Mediante reserva, el museo ofrece visitas guiadas que incluyen un taller de los aromas y una cata de vinos de DO Utiel-Requena.

Las bodegas de la DO Utiel-Requena que contarán con un espacio en la Muestra son: Murviedro, Carlos Cárcel, Latorre Agrovinícola, Coviñas, Ernesto Cárcel y Vinícola Requenense.

El Consejo Regulador I.G.P. Embutido de Requena acoge siete productos: longaniza, sobrasada, salchichón, chorizo, morcilla de cebolla, orza, güeña y perro. Estos embutidos tienen unas características propias, que les diferencian de los originarios de otros lugares. Entre sus rasgos determinantes, destacan el sabor y el aroma, característicos de la calidad de las carnes y las especias seleccionadas con que se realizan. Las partes magras del cerdo se emplean para elaborar la longaniza y el salchichón. Las zonas más sabrosas, para el chorizo, el perro y la güeña. Y, finalmente, las más grasas, para la sobrasada; y la manteca, para la morcilla. El curado y oreado de estos embutidos se realiza de forma tradicional, sin utilizar secaderos artificiales, consiguiendo un secado idóneo desde el interior de la pieza hacia fuera. Esto es posible gracias a las condiciones climáticas de la zona, su altitud y situación geográfica.

 

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