VINO

Vivanco retoma este fin de semana su actividad enoturística

Tras una pausa durante el mes de enero, Vivanco, reconocido como uno de los destinos enológicos más apasionantes del mundo en la lista Top 50 del World’s Best Vineyards, nos invita a descubrir el sabor, el origen y la cultura milenaria concentradas en cada copa de vino con diversas experiencias que harán olvidar al visitante las inclemencias climáticas.

Apasionados del vino, entusiastas del arte, la historia y la etnografía, amantes de la naturaleza y, simplemente, personas curiosas y abiertas al conocimiento, pueden saborear la experiencia cultural y sensorial que propone Vivanco.

De miércoles a domingo, el horario será de 10:00 a 15:00. Los sábados, permanecerá abierto de 10:00 a 18:00 horas.

En 2022, la Bodega y el Museo Vivanco de la Cultura del Vino fueron seleccionados como uno de los 50 proyectos enológicos más apasionantes de los cinco continentes. Con el puesto 44 en el Top 50 del World’s Best Vineyards, Vivanco es la única bodega de La Rioja que se incorpora entre los considerados Oscar del vino y el enoturismo.

Solo hay que viajar al corazón de La Rioja para descubrir las razones de este reconocimiento: las visitas guiadas a la bodega, la imponente Sala de Tinos de Roble Francés, los rincones subterráneos donde, a temperatura constante, envejecen con luz tenue los innovadores vinos del enólogo Rafael Vivanco. Un crisol sensorial que se entiende durante los cursos de cata de Bodegas Vivanco.

Esta inmersión en el universo vitivinícola culmina en el Restaurante Vivanco, un espacio de sosiego donde dejarse llevar por las sensaciones, con vistas a un impresionante mar de viñedos. La carta está basada en una materia prima excelente, en la que la tradición, la creatividad y el producto de proximidad son el coupage perfecto para acompañar una copa de vino.

El museo

El Museo Vivanco de la Cultura del Vino es el resultado de la paciente y minuciosa labor de colección artística y etnográfica por parte de la familia Vivanco. No en vano, ostenta el reconocimiento de la UNESCO como el mejor del mundo en su categoría. Solo hay detenerse entre las 4.000 piezas que conforman sus cinco salas expositivas para entender la fascinación que la cultura del vino produce en los visitantes, entre los que también se encuentran apasionados del arte, la arqueología y la historia. Piezas milenarias del antiguo Egipto que maridan bien con una de las mayores colecciones de sacacorchos expuestas al público y con obras de Durero, Chagall, Picasso, Sorolla, Warhol o Miró, entre otros.

Este recorrido histórico-artístico con sabor y aroma de vino prosigue en el fascinante Jardín de Baco, donde se preservan más de 200 variedades de vid de los cinco continentes entre esculturas y la imponente Sierra de Cantabria. Una excusa más para entender por qué el fruto de la vid se ha considerado históricamente la bebida de los dioses.

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