Justo ahora se cumple una década de la decidida apuesta de la bodega familiar Torre del Veguer, de Sant Pere de Ribes, por la agricultura ecológica. La apuesta por una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente se inició con la variedad Xarel·lo en el 2010. Marta Estany, presidenta y directora enológica de la bodega, remarca que «lo primero que se necesita para hacer un buen vino, es tener buena uva. Manifiesta también que «hemos aprendido a entender y llevar nuestras viñas tras el paso a trabajar en ecológico». La dificultad añadida para Torre del Veguer es tratar de forma ecológica viñas que están cerca del mar, pues la humedad es un factor que dificulta esta práctica. Para evitar que se formen espacios para la humedad o la oscuridad, focos de hongos y enfermedades, tenemos que tener las viñas bien aireadas. La agricultura ecológica supone un trabajo humano extra.
Los vinos de Torre del Veguer, además, son desde 2018 aptos para veganos. Hoy la filosofía de trabajo enológico es la mínima intervención: no añadir azúcar, solo el residual de la fermentación, tampoco añadir sulfitos o los mínimos posibles y algunos vinos sin filtrar ni clarificar. El principal objetivo, según Joaquim Gay de Montellà, es «obtener la máxima expresión del terruño y la viña, elaborar vinos limpios y honestos que hablen de la tierra de donde provienen». Además están centrados en variedades autóctonas como la Malvasía de Sitges, el Xarel·lo, el Xarel·lo Vermell, el Moscatel o la Garnacha.
Viñas de alta montaña como respuesta al cambio climático
Hace 12 años empezaron a plantar uva en la comarca de la Cerdaña (Girona), proyecto pionero vitícola en Cataluña a 1.200 metros sobre el nivel del mar. Estas viñas experimentales de gran altitud, de hecho, son la respuesta a los efectos del cambio climático, plantando viña a una altura superior para obtener vinos con mucha acidez y frescor. Desde el 2018 han continuado plantando viña aún con las dificultades propias de la alta montaña, fruto de una viticultura que llaman heroica. Las habituales heladas avanzadas y tardías, granizadas en verano y la acción animal, son elementos contra los que tienen que luchar cada año.
Sobre Torre del Veguer
Torre del Veguer es una bodega de larguísima trayectoria situada en una imponente edificación fortificada, rodeada de viñedos 100% propios, en Sant Pere de Ribes. De estilo ecléctico, Torre del Veguer ha sido reconocida como un Bien Cultural de Interés Nacional. Se elaboran vinos de calidad fruto de uvas ecológicas que quieren ser un reflejo fiel del Garraf. De hecho, sus vinos están amparados por las subzonas Massís del Garraf y Marina del Garraf de la DO Penedès. Son vinos aptos para veganos y centrados en variedades autóctonas. Además de los vinos amparados por la DO Penedès, Torre del Veguer cuenta con un pionero proyecto vitivinícola en la Cerdanya, en Bolvir, fruto de su preocupación por los efectos de la emergencia climática. De este proyecto comercializan los vinos de gama alta Luz del Cadí (un blanco elaborado con Riesling y un negro elaborado con Pinot Noir), nacidos de la ilusión de ver crecer de nuevo viñedos en la Cerdanya. Este proyecto iniciado hace una década comenzó con la plantación de una hectárea experimental en El Pla del Remei. Actualmente, el proyecto crece con nuevas plantaciones en Los Platers, una solana con orientación suroeste, mirando al Cadí. En esta segunda viña se completará la plantación de 5,5 hectáreas en los próximos años. Desde del 2019 Torre del Veguer también ha invertido en la Conca de Barberà. Ha adquirido fincas muy especiales en el término municipal de Vimbodí y Poblet, el conjunto conocido como Plan de en Cuco. Estas fincas, centradas especialmente en la variedad Garnacha, formaban parte históricamente del Castillo de Riudabella, del siglo XII.
Torre del Veguer, que últimamente se ha convertido en plató de destacados rodajes publicitarios y cinematográficos, apuesta decididamente por el enoturismo. El espacio se ofrece tanto para actos de empresa como familiares, incluyendo banquetes y propuestas enogastronómicas gourmet. Se visitan los viñedos observando la fase vegetativa de la cepa según época del año, y también la bodega y el singular antiguo lagar de piedra del siglo XV que utilizaron los monjes jerónimos. También se muestra la exposición de dibujos dedicada a Salvador Dalí, amigo íntimo de la familia.