RESTAURANTES

My Fucking Restaurant presenta una línea más ‘healthy’

El restaurante –ubicado en el barrio del Raval de Barcelona–, con Matteo Bertozzi y Paolo Mangianti al frente, conserva su espíritu transgresor pero incorpora numerosos platos con verduras de proximidad.

El chef italiano Matteo Bertozzi no puede negar que se lo pasa bien encerrado en la cocina del restaurante barcelonés My Fucking Restaurant mientras experimenta con los ingredientes que le llegan a diario de sus proveedores de confianza.

Los nuevos platos de temporada que ha incorporado a su carta reflejan ese talante siempre innovador y creativo del chef, que en los últimos tiempos camina hacia una cocina más ligera y saludable, alejada de algunas propuestas que le dieron la fama y que, no obstante, todavía se mantienen en la carta del restaurante: las bravas, las croquetas de ossobuco o el mollete de steak tartar. Entre esos nuevos platos encontramos propuestas en las que las verduras adquieren todo el protagonismo. Estas proceden casi íntegramente del Parc Agrari del Baix Llobregat, concretamente de Soulblim, que brinda joyas como unas kaletas (unas mini-kales) excelentes, que el chef presenta fritas con curry rojo tailandés y praliné de cacahuete salado. ¿Más ejemplos? La mini acelga de colores con crujiente de su tallo, una receta de reaprovechamiento que llega a la mesa combinada con un fondue de Asiago Fresco DOP, gambas y aliño Merkén. Otra buena muestra de esta inspiradora nueva línea de la carta de My Fucking Restaurant es el pak choi con ajoblanco de cacahuete y quinoa crujiente, que muestra, al igual que el resto, esa pasión por las cocinas del mundo siempre con una clara base mediterránea.

El local, de aire contemporáneo, cuenta con tres espacios diferenciados para saborear todas estas popuestas. Por un lado, la barra, ubicada a pie de calle; por otro, su agradable y luminoso comedor y, por último, un espacio privado al pie de la cocina, en la planta baja.

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