VINO

Lucía Sánchez gana la primera beca del Proyecto Clea al mejor emprendimiento femenino en el medio rural

La iniciativa, que organizan Bodega Bardos y FADEMUR, supone un impulso económico de 5.500 euros para este proyecto de cultivo y comercialización de esponjas vegetales, asentado en Carcabuey (Córdoba), en el parque natural de las Sierras Subbéticas.

La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) y Bodega Bardos, bodega de la compañía de vinos Vintae en Ribera de Duero, celebraron este jueves en Madrid la gala de entrega de la primera beca del Proyecto Clea, una iniciativa que promueve el desarrollo económico de proyectos de mujeres que aportan valor al medio rural. La ganadora fue Lucía Sánchez Julián, que bajo su marca Yo Soy Tierra cultiva, transforma y comercializa las luffas o esponjas vegetales de la más alta calidad en Carcabuey (Almería), en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas.

El jurado eligió este proyecto por lo innovador de la propuesta, que supone la recuperación de un cultivo olvidado en la zona, el de las luffas, una especie de la familia de las curcubitáceas que al secarse se convierte en fibra y que, según la fundadora, “es una alternativa perfecta al plástico, son 100% naturales, biodegradables y compostables. El planeta nos está pidiendo a gritos que paremos de consumir plástico como lo hacemos”. Yo soy Tierra es un proyecto sostenible en el que todo el proceso de cultivo, manipulación, transformación y venta se lleva a cabo con el máximo respeto y cuidado por el planeta y las personas.

Además de la ganadora, en la gala estuvieron las otras dos emprendedoras que resultaron finalistas: María Calvo del Castillo, con su proyecto Ecofinca Ayala, una finca ecológica situada en Santa Brígida (Las Palmas de Gran Canaria) y Paloma Arguisjuela Calero con Carrialoe, una explotación agrícola innovadora que ha implantado cultivos como el aloe vera en la zona de Escacena del Campo (Huelva).

En total, se presentaron a la convocatoria 64 candidaturas, todas ellas asentadas en localidades con menos de 5.000 habitantes. La mayoría son proyectos del sector agrícola, casi todos cuentan con un gran impacto social, generando empleo de forma directa e implican una transformación digital.

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