El Rioja Alta Las Cenizas es un vino que recupera el carácter original de los afamados vinos tradicionales de Cenicero, el pueblo natal de Eduardo y Víctor Hernáiz
Aunque más conocidos por los vinos que elaboran en su histórica propiedad de Baños de Rioja, Finca La Emperatriz, Eduardo y Víctor Hernáiz trabajan otros proyectos en Rioja Alta con la misma autenticidad y saber hacer. Hace 3 años presentaron Las Cenizas, un vino nacido de las parcelas de viñedo que la familia tiene en Cenicero, su pueblo natal, y con el que querían rendir tributo a su origen.
Ahora sale al mercado la nueva añada 2018 de Las Cenizas ajustándose al concepto que los Hernáiz buscaban: recuperar el estilo de vinos que se hacían en Cenicero antes del boom del cooperativismo, y que habían dado una justa fama a este pueblo por la calidad que tenían -viejos documentos mercantiles lo avalan-. Un proyecto que supuso un trabajo de más de 10 años buscando ese carácter, realizando múltiples elaboraciones e, incluso, cambiando prácticas culturales en las 10 hectáreas de viñedo con cepas plantadas en los años 80 y que dan lugar a este vino.
Elaborado principalmente con Tempranillo, esta añada, además, tiene un 14% de Mazuelo de la finca “Los Hundidos”. Una singularidad con respecto a las tres añadas anteriores que se ha podido incorporar a la elaboración gracias a las perfectas condiciones que se dieron en esta variedad: poca producción por cepa y unas condiciones climáticas que ese año permitieron que el Mazuelo alcanzara una maduración impecable. La fermentación en depósito de hormigón y la crianza en barricas de roble francés y americano cierran la elaboración habitual de esta referencia.