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Un restaurante en plena calle de Serrano, mesas vestidas con mantelería de hilo blanco, sillas enfundadas con originales telas, camareros uniformados con chaquetilla blanca de smoking. Se trata del Restaurante Hevia, un lugar entre portales señoriales que durante el verano despliega una terraza de ensueño. Se la ve desde lejos por sus luces tenues y la atmósfera de intimidad que desprende a pesar de encontrarse en el corazón de una de las calles más importantes de a capital, en un entorno de gran tradición culinaria adquirida también con la aportación del propio Hevia. Decorada como un gran salón a cielo abierto destacan las esculturas de luz del artista Paco Pepe Posada, que confieren un toque de vanguardia y modernidad a un ambiente refinado y de buen gusto.
La mítica casa suiza de relojes de lujo Audemars Piguet ha firmado las cartas de Hevia, señal de que aquí el tiempo trascurre con elegancia. Al abrirlas y repasar sus recetas se comprende de dónde viene el prestigio que dura desde hace medio siglo.
El restaurante que este año celebra su 50 Aniversario, se fundó en 1964 y entre sus méritos está el de no haber perdido su aire bohemio y romántico, y por eso, generación tras generación, aquí se han juntado y lo siguen haciendo los amantes del buen vivir.
La gastronomía de Hevia es un recorrido entre los hitos de la tradición española y otras refinadas recetas con ingredientes de la cocina internacional, mientras su bodega es una declaración de amor por el vino, español sobre todo, pero también del mundo, especialmente los champagnes franceses.
Más información: www.heviamadrid.com
