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De aire industrial, con tapices florales y una cocina que apuesta por los sabores de nuestra tierra, nace La Bruta, un restaurante situado en el barrio de Malasaña que promete reconciliar al emblemático barrio madrileño con los platos ‘de siempre’.
Este nuevo proyecto gastronómico, tras el que se esconden tres socios italianos con una extensa experiencia en el sector, apuesta por una cocina con identidad propia que toma como base la esencia de las recetas tradicionales y las acerca a la actualidad más innovadora.
Un universo de contrastes que se refleja también en el nombre con el que han bautizado al establecimiento, ‘La Bruta’. Un apelativo con carácter que se contrapone al ambiente acogedor que han querido crear para el restaurante.
En cuanto a la oferta gastronómica de La Bruta se puede encontrar una selección de platos muy variados elaborados por el chef Andrea Bushell que, a sus 26 años, se enfrenta a este nuevo reto tras formarse en varios establecimientos. Entre las especialidades podemos degustar croquetas de espinacas y cabrales, risotto de quinoa y calabaza, ravioli de rabo de toro con chips de zanahoria, albóndigas de cordero a la menta con salsa de setas y puré de hinojo y solomillo de buey con mojo de avellanas. A ello, se suman una carta de cócteles y varias referencias de vino de calidad para cubrir todos los gustos.
Pero La Bruta es mucho más que un restaurante. Además de sus deliciosos productos, el local, de 150 metros cuadrados, se erige como el nuevo punto de encuentro tras una decoración acogedora y el mejor trato por parte de sus empleados.
Su espacio, diáfano y de grandes dimensiones, está dividido en dos zonas diferenciadas. Por un lado, una amplía barra de madera y sillas altas para un picoteo rápido y distendido. Y al fondo, un salón con coquetas mesas bajas y luz tenue para las largas cenas de invierno entre amigos.
La Bruta también piensa en los fines de semana. Por esta razón, ha creado también dos tipos diferentes de brunch.
El restaurante abre en horario continuado de martes a domingo desde las 12.00h hasta la 1.30h. Ampliando la hora de cierre a las 2.30h los fines de semana. La Bruta se presenta así como la propuesta gastronómica perfecta para disfrutar a cualquier hora del día.
