VINO

Fiesta ‘La vie en rose’ en Palacio de Canedo

la vie en rose prada y florAsí como el tinto Palacio de Canedo Maceración Carbónica tiene su propia fiesta del vino nuevo en noviembre, y el Xamprada se viste de fiesta a las puertas de la Navidad con la Castaña de Oro, los vinos rosados de Prada han tenido la noche del 23 de julio la suya… “en rosa”.

Bajo el título “La vie en rose”, de la célebre canción de la mítica cantante francesa Edith Piaff, el Palacio de Canedo rindió homenaje a los vinos rosados de la bodega que en lo que va de año han sido reconocidos en diferentes certámenes, entre ellos como el mejor rosado de España para la revista Vivir el Vino, y con un Zarcillo de Plata en el caso del Xamprada Rosado.
Es como si este vino humilde y sencillo, el que tradicionalmente no faltaba a diario en las casas del Bierzo, hubiera tenido que ganarse a pulso su propia fiesta a base de premios fuera de nuestros límites territoriales. Y qué mejor fecha que el centro del verano para disfrutar de estos vinos.

Más de doscientas cincuenta personas se dieron cita en los jardines del Palacio para compartir, en ambiente festivo, los rosados de la casa entre la música en directo a cargo de Musica Animación. Tras una presentación realizada por el periodista Ángel Ossorio en la que reivindicó el consumo de buenos rosados sin prejuicios, especialmente en estas fechas, Flor Bonet explicó los aperitivos que preparó la cocina del Palacio para maridar con los vinos. El común denominador fue el rosa, que aparecía de alguna manera siempre entre los platos. Flor quiso hacer extensivo el éxito del rosado del Palacio al del resto de bodegas del Bierzo, ya que “la unión hace la fuerza” y los éxitos son compartidos porque unos tiran de otros.

El rosado fue una de las primeras apuestas del bodeguero José Luis Prada, que no dudó en nadar contracorriente una vez más a pesar de que las modas se centraban su atención en los tintos envejecidos. “Decían que estábamos locos con el Maceración Carbónica, y ahí sigue, y lo mismo con el Xamprada o con los rosados, y ahora los rosados con vinos que cada vez se consumen más por el público más exigente y entendido mientras que para otra gente se asociaban a vinos malos. El rosado es un vino malo si se hace mal, como el resto de los vinos”, subrayaba anoche Prada.

Al término del acto se envió al cielo una botella con globos de helio en el que se metieron los mensajes que los invitados fueron escribiendo durante la noche. Las bodegas del Bierzo presentes, con la presidenta del Consejo Regulador, Misericordia Bello, al frente, fueron las encargadas de soltar al aire esos buenos deseos para los vinos del Bierzo y, en este caso, para los rosados en especial.

El Palacio de Canedo Rosado se elabora partiendo del mosto flor de mencía al que se aporta un quinto de godello. Al cuerpo y el aroma de la variedad tinta se le añade la frescura y acidez del godello que hacen de este vino un rosado singular, ya que habitualmente se elaboran a partir de variedades tintas exclusivamente. Algo similar ocurre con el Xamprada, que lo hay seco (extra brut) y con un punto de dulzor (semiseco).

Prada sostiene que el rosado es también un homenaje a los viticultores locales de toda la vida que siempre hacían su propio vino mezclando las variedades que tenían en sus viñas, en las que se mezclaban en diversa proporción variedades tintas y blancas.

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