GASTRONOMÍA

El aceite de los restaurantes irá etiquetado por ley

La Comisión Europea modifica las normas de comercialización del aceite de oliva y obliga a que el que se sirva en restaurantes y bares esté debidamente envasado y etiquetado. El objetivo es que el consumidor pueda identificar correctamente la categoría y la calidad del aceite que va a consumir. Esta obligación se tendrá que aplicar en todos los estados de la Unión Europea.

El responsable de aceite de oliva de la FCAC (Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña), Joan Segura, expresa la satisfacción del sector al conseguir que la Comisión Europea haya modificado estas normas, ya que se trata de una antigua reivindicación que la federación viene reclamando desde el año 2007. Como explica Joan Segura “etiquetar correctamente el aceite de oliva es imprescindible para garantizar una correcta información al consumidor y evitar fraudes en el producto”. Con este objetivo, la nueva normativa también obliga a que los envases estén provistos de un sistema que impida la reutilización del envase una vez agotado el producto que contiene.

Las cooperativas también expresan el acuerdo con la nueva normativa porque exige que el nombre comercial del producto aparezca de manera íntegra en un lugar visible de la etiqueta en el caso de los aceites de oliva que contienen aceite refinado mezclado con aceite virgen. Hasta ahora, esta obligación la cumplen sólo las categorías de mayor calidad (aceite de oliva virgen y aceite de oliva virgen extra). Así se evitará un posible etiquetado confuso en el caso, por ejemplo, de los aceites de oliva refinados. “El objetivo es facilitar que el consumidor pueda identificar mejor la categoría y la calidad del aceite que adquiere”, explica Segura.

También se valora en positivo que, en la etiqueta de los aceites de oliva virgen y virgen extra, se pueda identificar la campaña de recolección de la oliva, igual que se hace en el vinos.

La propuesta de la Comisión Europea sólo está pendiente de recibir el visto bueno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para que la Unión Europea pueda proceder a su aprobación formal y entren en vigor las nuevas condiciones, garantía de transparencia y calidad tanto para productores como para consumidores.

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