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Bodegas Ochoa, con una clara filosofía basada en la innovación y el respeto más exquisito al medio ambiente, está en transición a ecológico de su viñedo porque, pese al esfuerzo en inversión económica y de cambio de procesos que requiere esta transición, cree que cuidar al máximo la naturaleza es vital para que sus vinos, un producto orgánico y vivo, cumpla con los estándares de calidad que se autoexigen y que son altísimos.
Empezamos el recuento de premios por el Concurso Bacchus, conocido como la gran cita española del mundo del vino (único concurso reconocido por la OIV) donde concurren más de 1.500 vinos juzgados por un panel de catadores del más alto nivel: Masters of Wine, Masters of Sommelier, periodistas, enólogos y prescriptores internacionales. Pues bien, en esta XVII edición, 8A La Foto de 1938 (Cosecha 2015) se ha alzado con un Bacchus de Plata estrenando así palmarés esta última creación de Bodegas Ochoa que homenajea a la familia, la amistad y el disfrute compartido.
Además, uno de los estandartes de la Bodega, el Ochoa Moscatel Vendimia Tardía 2018 ha conseguido alzarse con el máximo galardón: un Gran Baco de Oro, en los Premios Baco otorgados por la Unión Española de Catadores con un jurado de altísimo nivel en una estricta cata a ciegas. Este Gran Baco de Oro convierte al Moscatel de Ochoa en el Mejor Vino Dulce Natural de España.
Otro de los referentes en el mundo vitivinícola, esta vez a nivel internacional, son los Decanter World Wines Awards, en los que Bodegas Ochoa ha continuado ampliando su cosecha de premios.
El conocido como el “concurso de vinos más grande y prestigioso del mundo” ha enviado directas hasta Olite dos platas. Decanter Plata para 8A La Foto de 1938 (Cosecha 2015)que ha sido valorada con 90 puntos y Decanter Plata para el Ochoa Gran Reserva 2010 que ha obtenido 92 puntos este año y ha repetido medalla (el año pasado la cosecha 2009 obtuvo un bronce) mejorando aún más su posición.
Beatriz Ochoa, gerente de la Bodega, reconoce que “los premios a veces abruman un poco, más cuando eres una bodega pequeña como la nuestra y te ves compitiendo frente a gigantes. Es un poco la historia de David y Goliat, pero en este caso, acaba siempre con un brindis y buen humor”. Por su parte,Adriana, enóloga y encargada de la elaboración de los vinos dice que “es una satisfacción enorme ver cómo tus vinos traen premios a casa porque somos conscientes de la cantidad de muestras y las estrictas catas que se realizan en estos certámenes. Así que, solo nos queda seguir con los ojos muy puestos en la viña y la copa bien alta para brindar”.
