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Ángel León ha trasladado de ubicación su buque insignia, el restaurante Aponiente, pero este cambio no es sustancial en cuanto a distancia, ya que se emplaza a menos de un kilómetro del antiguo establecimiento. El local elegido, en cambio, sí que es significativo: se trata de un molino de mareas del siglo XIX, un edificio construido al pie de las marismas, donde pueden apreciarse los flujos de las mareas y el brillo de las salinas cuando el sol se refleja en ellas. Se trata de un espacio protegido que se ha adaptado para acoger el biestrellado restaurante del Puerto de Santa María. La remodelación la firman el arquitecto Basilio Iglesias y el artista Javier Ayarza. En su cuidado interiorismo no podían faltar las referencias marítimas: lámparas que evocan algas o sillas cuyo respaldo toma la forma de colas de albures. En cuanto a la carta, pueden degustarse dos menús en los que no faltan el plancton, las ortiguillas, las tortillitas de camarones y los ya casi imprescindibles embutidos marinos del chef gaditano. Más información: www.aponiente.com
