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Tras haber consolidado sus vinos tintos tanto en el mercado extremeño y nacional como en 20 países de todo el mundo, la bodega extremeña presenta su primer vino blanco.
Este vino ha sido elaborado a partir de unas bellas hectáreas de viñas viejas (de unos 65 años) que la bodega posee en Tierra de Barros con la variedad autóctona pardina. Con este vino, Carlos Plaza ha querido poner en valor esta variedad autóctona extremeña y sacarle su máximo potencial elaborando una cantidad limitada de botellas.
El resultado ha sido un elegante vino, seco, muy fresco y a la vez frutal. De color amarillo pajizo con ribete dorado. Con nariz penetrante y potentes aromas a fruta blanca, plátano, manzana, piña y una frescura en boca que lo hace ideal para tomar como aperitivo muy frío o con mariscos y pescados blancos. Algunos de los mejores restaurantes de la región y de otras provincias españolas ya lo han incluido en su carta de vinos.
