Publicidad
La singular propuesta gastronómica del restaurante barcelonés Igueldo nace de la complicidad entre sus dueños, Ana López de Lamadrid y Gonzalo Galbete, forjada entre fogones. Años después de conocerse en el Restaurante Arzak de San Sebastián, en el año 2007 decidieron que era el momento de ofrecer los platos tradicionales vascos con la modernidad propia de su generación. Juntos elaboran la carta, compuesta principalmente por cocina de temporada, en la que destaca siempre el respeto tanto por las raíces como por el producto con que se cocina.
El origen de la materia prima es, como no podía ser de otra forma, norteño: la carne proviene de Oyarzun, una pequeña localidad guipuzcoana; las verduras, con gran presencia en el menú, vienen de Navarra; el cordero y la morcilla se traen de Burgos; y el pescado procede de la lonja de Vigo. Con ellos se elaboran algunos de los platos estrella del Igueldo, como el chuletón de Oyarzun con bol de ensalada y piquillos, la merluza con almejas y refrito, el arroz en costra con cigala o las alcachofas a la brasa con foie, respetando al máximo las cualidades propias de cada ingrediente. A la amplia carta se une una cambiante selección de platos del día.
El restaurante, ubicado en el céntrico Eixample barcelonés, tiene capacidad para 70 personas y su interiorismo es obra de Iván Pomés.
Recientemente el local ha incorporado una terraza cubierta con una gran mesa, ideal para grupos reducidos. Es el rincón perfecto donde disfrutar tanto en invierno como en verano de la denominada cocina de cuchara, tan típica del norte, en un enclave íntimo y acogedor. Un ambiente cálido para un restaurante en el que los comensales disfrutan de la mejor cocina vasca con un toque actual.
