En apenas seis años, Taberna Arzábal se ha convertido en un centro de peregrinación para los amantes del tapeo y del producto de temporada. Su nueva sede, ubicada en el Museo Reina Sofía de Madrid, se adelanta a la primavera y vence la batalla contra las bajas temperaturas con una cálida terraza acondicionada para el invierno.
Sillones, mesas de madera y diferentes variedades de plantas dan vida a este idílico y acogedor marco en el que disfrutar al sol de algunos de los platos más demandados de su carta o tomarse la primera copa bajo las estrellas. Un oasis gastronómico en pleno centro madrileño en el que no faltarán algunos de sus grandes clásicos.
Destacan dentro de su oferta las croquetas de ibérico de Arturo Sánchez con leche de oveja, la sartén de huevos con trufa o las piparras fritas. La bullabesa de pescado y marisco, el ciervo asado en salsa de chocolate y frutas ácidas o la presa de costra con sobrasada son algunas de las nuevas propuestas que triunfan en el restaurante durante esta temporada. Una carta que, en terraza, se amplia para poder degustar, además, de carne, pescado y verduras de temporada cocinadas a la brasa. Más información: www.arzabal.com