GASTRONOMÍA

115 años de agua Vilajuïga

Escasa y singular, agua Vilajuïga mana de la naturaleza con unos puntos de gas adquiridos de forma natural en los estratos de la sierra de Verdera (Girona).

El agua Vilajuïga cumple 115 años de trayectoria. Un agua única en el mundo, escasa y singular. No contiene gas carbónico añadido y mantiene exactamente la misma fórmula que en la analítica de hace 115 años, el 15 de julio de 1904, la declaró agua de utilidad mineromedicinal.

“El agua Vilajuïga es sobretodo un misterio. Hay algo de misterio que la hace mágica”. Ferran Adrià.

El agua Vilajuïga no sacia ni se impone, hecho que le permite tener un posicionamiento profundamente gastronómico. El mismo Ferran Adrià la describió como un auténtico “producto natural” en una reciente conferencia sobre tendencias culinarias. Se extrae de la localidad de Vilajuïga (Alt Empordà). El acuífero de donde proviene está situado a unos 72 metros de profundidad, conectado a la sierra de Verdera. Sus burbujas naturales y los minerales saludables que contiene son fruto de un viaje de más de treinta años que se inicia con las lluvias en los cerros circundantes del Parque Natural del Cap de Creus.

¿Qué es agua Vilajuïga?

El agua Vilajuïga se define como un agua mineral natural carbónica natural. Su composición revela que está ligeramente gasificada de forma natural, es decir que ha adquirido bicarbonatos gracias a la presión del subsuelo, además de minerales como el magnesio, el sodio, el calcio y el litio.

Su recorrido por los estratos geológicos locales la dotan de propiedades organolépticas que fomentan el equilibrio del organismo y la enriquecen de sales minerales y oligoelementos.

El agua Vilajuïga ha iniciado una nueva etapa. La nueva botella asimétrica rinde un homenaje a su historia de 115 años y al territorio al que está íntimamente vinculada: el Empordà. La nueva imagen, limpia y franca, dota de máxima sencillez a un envase humilde y transparente, que esconde la excelencia del producto.

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