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La escritora Samantha Schweblin (Buenos Aires, 1978) se ha alzado ganadora del IV Premio Internacional de Narrativa Ribera del Duero con su obra Siete Casas Vacías (título provisional). El Jurado de esta cuarta edición ha estado presidido por el escritor Rodrigo Fresán, escritor y periodista de referencia internacional, autor del aclamado libro de relatos Historia Argentina. El jurado lo han integrado además otras reconocidas figuras de las letras hispanas, como Pilar Adón, Jon Bilbao, Guadalupe Nettel y Andrés Neuman, y representantes del Consejo Regulador y de la Editorial Páginas de Espuma.
Siete Casas Vacías son siete cuentos que abordan, desde el extrañamiento como actitud de los personajes y/o del propio narrador, todo aquello que les rodea. Y, muy especialmente las relaciones singulares y perversas en todas sus modalidades de afecto, cercanas y distantes. Seis cuentos cortos acompañados de uno largo que diseñan todo un universo sutilmente familiar. Es destacable en ellos el magnífico estilo narrativo de Samantha Schweblin y su capacidad de atrapar al lector, envolverle y hacerle partícipe de historias que desestabilizan, arrinconan, deslumbran o emocionan.
El jurado del premio ha resaltado de la obra presentada que Samantha Schweblin “indaga en la normalidad rara o en la rareza de lo normal. Siete Casas Vacías en un libro habitado por situaciones familiares o conflictos vecinales en los que predomina un costumbrismo perverso que explora los amores desviados y las formas más singulares de la ternura”.
Durante el fallo del premio, el Presidente de la Denominación de Origen Ribera del Duero destacó la consolidación y el prestigio adquirido en estos cuatro años por el premio, un referente para los autores de todo el mundo. Enrique Pascual ha destacado que «en la Denominación de Origen nos sentimos tremendamente orgullosos de saber que lo que un buen día surgió como modesto proyecto se ha consolidado y es una cita obligada y esperada para los autores. Todos, los escritores que concurren a este certamen y los ciudadanos del mundo que consumen nuestros vinos, todos y todas nos eligen, nos otorgan su confianza, porque identifican el nombre de Ribera del Duero como sinónimo de calidad. Y es precisamente ese el leitmotiv de todos nuestros proyectos, la bandera con la que nos embarcamos en las distintas gestas, el argumento de cada iniciativa”.
Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma, ha señalado que “el premio se ha consolidado, hasta convertirse en una referencia en la actual geografía literaria en español. Ha ganado visibilidad, prestigio, reconocimiento y presencia, lo que refleja su gran acogida, la alta participación”.
Además de una dotación económica de 50.000 euros, el ganador de esta cuarta edición ha recibido una escultura de la artista palentina Marina Anaya.
