De la multitud de bodegas que existen en España, podemos decir que entrar en las Bodegas Fundador no deja impasible a nadie. Ya sea por su historia, su arquitectura bodeguera, las joyas enológicas que encontramos dentro o los ilustres invitados que han dejado huella a través de su magnífica colección de botas firmadas.
Fundadas en 1730, son las más antiguas de Jerez de la Frontera (Cádiz) y en ellas nació el primer brandy español. Además, se encuentran situadas en un lugar lleno de memoria en el que destaca la arquitectura como parte de su identidad. En concreto, la bautizada Mezquita por sus más de mil columnas, merece una mención especial por sus colosales dimensiones, llegando a ser una de las mayores del mundo. Se construyó en 1974 para celebrar el centenario de la marca Fundador y entre sus siete naves, que ocupan más de 25 mil m2 (lo equivalente a 4 campos de fútbol), alberga más de 40.000 botas de vino. Al entrar, reina el silencio y sorprende cómo una temperatura que se mantiene igual durante todo el año abraza al visitante, dejándole atónito.
Además, completan el conjunto histórico otras construcciones como la Puerta de Rota de la muralla árabe de la Edad Media, el Claustro de un antiguo convento de Dominicas del siglo XIV, la Viña El Majuelo, los emblemáticos Patio de la Luz y Patio del Sagrado Corazón, así como los jardines de las Bodegas, en los que se puede pasear entre diferentes especies protegidas.
Por tanto, al buscar un fin de semana diferente, practicar el enoturismo en las Bodegas Fundador se convierte en la opción perfecta. El visitante podrá ver de primera mano la elaboración más tradicional del brandy y vinos de Jerez.
Es más, si el plan es familiar, desde los más pequeños hasta los más mayores podrán conocer anécdotas y curiosidades de las bodegas, así como pasear entre las soleras ancestrales de los diferentes tipos de Brandy y vinos que descansan hoy en día entre las paredes centenarias. Además, se puede ver la primera bota de Fundador, firmada por el Rey Alfonso XIII, así como aquellas dedicadas a muchos ilustres visitantes que visitaron la bodega de la talla de Alexander Fleming, Gregorio Marañón o Plácido Domingo, entre otros.
También, el recinto ofrece una oportunidad exclusiva para realizar actividades como degustar brandy acompañado de chocolate, o maridar sus vinos con diferentes tipos de queso. Esta experiencia puede ser de lo más original gracias a la posibilidad de acceder a la viña de forma privada, algo que convertirá la visita en un plan romántico si se va en pareja.
En estas bodegas se elabora Brandy Fundador en sus diferentes variedades, así como los vinos de Jerez, Harveys. Estos gozan del sello real denominado Royal Warrant, otorgado en 1895 por la Reina Victoria, un honor que a día de hoy solo puede presumir Bodegas Fundador.
Como broche de oro, para completar la oferta enoturística, se puede disfrutar de una jornada gastronómica maridada con brandy y vinos de Jerez en el restaurante La Tapería, de Bodegas Fundador.