Vuelven las fiestas navideñas y la Torta del Casar, queso extremeño con Denominación de Origen Protegida, se presenta una vez más como una gran opción para compartir con nuestros familiares y amigos en estas fechas de reuniones y encuentros.
Con su original textura, su intenso aroma y su particular gusto lleno de matices, la Torta del Casar es una sorprendente combinación de sensaciones para disfrutar en compañía, descubriendo así un queso en el que prestigio y tradición se unen para ofrecer una experiencia tan sencilla como sorprendente. Gracias a su origen certificado este queso ofrece garantía de calidad sin perder la tradición de las antiguas queserías.
Si lo que se desea es combinar la Torta del Casar con otros alimentos, este queso puede ser utilizado en todo tipo de cocina, ya que armoniza a la perfección con carnes, pescados, pastas, salsas… e incluso combinando dulce y salado en postres y helados. Si además se es amante de los vinos, la Torta del Casar puede acompañarse con blancos con cuerpo, cava o jerez oloroso.
Una vez comprada, debe retirarse el plástico protector y mantenerse hasta su consumo a una temperatura que no supere los 12 grados. Si se ha abierto ya, es conveniente consumirla en un tiempo máximo de entre 15 y 20 días. Para disfrutar plenamente de las cualidades de textura, aroma y gusto, es necesario que esté en torno los 21 grados de temperatura.
Para prepararla es necesario abrirla con un cuchillo por la parte superior, como si quitase una tapadera, y a continuación untar y extender su cremosa pasta sobre pan de leña o pan ligeramente tostado. Volver a taparla para su conservación. O bien cuando el queso esté recién comprado y frío, se puede cortar por la mitad, en 4 ó 6 cuñas y envolver en plástico alimentario cada porción. Solo será necesario atemperar la que vaya a ser consumida. Esta forma de consumo tiene como ventaja que al no someter a todo el queso a sucesivos cambios de temperatura, contribuirá mantener mejor sus cualidades.