La Cooperativa de Garriguella y el artista Carles Bros han sumado esfuerzos para crear una nueva gama de vinos joven, fresca, divertida y dinámica llamada Tramuntanart, una denominación que nace a raíz del festival de arte contemporáneo dedicado al viento y celebrado en el Port de la Selva (Girona) que está impulsado y dirigido por el mismo pintor.
En concreto, la tarea del artista ha sido la de diseñar las etiquetas de los vinos, un proyecto inspirado en el concepto de la «transmontana», las formas onduladas que provoca el viento de tramontana –que sopla en la Costa Brava– cuando atraviesa las montañas y provoca las olas en el mar. Según detalla Carles, el dibujo puede generar una doble interpretación: las curvas de unas montañas con unos agujeros geométricos en la etiqueta que representan las piedras; o las olas del mar avivadas por el viento y llenas de peces. «Hay una relación mar y montaña con la tramontana», explica el creador. El nombre, pues, evoca el espíritu del popular viento de aquella tierra, un viento seco que convierte las rocas en símbolos y que enfría el agua salada en beneficio de los peces. Un viento, en definitiva, que acaricia las viñas y otorga una personalidad propia a la uva.
La sinergia entre la Cooperativa de Garriguella y el artista se empezó a gestar el pasado otoño, cuando el vino se había de embotellar. Bros, que define este reto artístico como «muy estimulante», ya tenía experiencia en el etiquetado vinatero, ya que anteriormente había plasmado sus diseños en botellas francesas y catalanas. «Aquí en el Empordà todavía no había hecho ninguna y me ha gustado mucho. Ha quedado una etiqueta muy fina y elegante «, señala.