RESTAURANTES

‘Refresh’ veraniego en La Nobia de Lavapiés

Este mes de agosto llegan los platos más frescos de Juan Rioja al ecléctico local dirigido por Juanma Ortega en el barrio más cosmopolita de Madrid.

Ensalada de hinojo, caballa curada, zanahoria baby en escabeche y eneldo

Con el frio llegaba el cocido cañí a La Nobia (Salitre, 45. Madrid. Tel. 91 001 59 67 http://lanobia.es/) y con el calor… ¡pues el gazpacho! Bueno, eso y mucho más…

La carta de este transgresor restaurante de Lavapiés ofrece este verano para todos aquellos que se queden en la capital y para los que vengan de vacaciones, platos refrescantes como la Ensalada de hinojo, caballa curada, zanahoria baby en escabeche y eneldo, el Bonito con jugo de maíz tostado y puré de huitlacoche, que empieza ahora su temporada, o la sopa de verano por excelencia, sí, pero que aquí tiene un toque diferente: Gazpacho de maíz con pico de gallo de tomate asado y pulpo. Porque Juan Rioja siempre tiene ‘un as en la manga’ y en su propuesta todo tiene ese ‘algo’ especial.

El chef, formado en Le Cordon Bleu Londres, y tras viajar por Reino Unido, Francia, Tailandia o India codeándose con grandes chefs internacionales como José Pizarro y haber pasado por El Corral de la Morería, Le Cocó o Nobu, impregna la oferta de La Nobia de experiencias vividas por el mundo haciendo, básicamente, y en sus palabras, “lo que le da la gana”. Por eso entre los fuera de carta este verano podemos encontrar creaciones como Zamburiñas con chips de ajo sobre crema de apionabo, el original Nem de ropa vieja con mayonesa de chipotle o unas Alitas de pollo picantes con crema de piña para chuparse los dedos. Merece la pena preguntar siempre por estos añadidos.

De que La Nobia sea así de única es responsable Juanma Ortega –con el apoyo de sus socios–, que da alas a un equipo curtido, irreverente e imaginativo que se deja la piel en lo que hace. Ejemplo de todo esto es también Andrea Currello, apasionada coctelera que, entre otros, se formó en el Cocktail Apprentice Program de Tales of Cocktail de Nueva Orleans. Gracias a ella, la carta de cócteles requiere la misma atención que la sólida y es casi más difícil elegir, porque más allá de sus originales nombres, el resultado es de escándalo. Destacamos, por decir algunos a ojos cerrados, el “fino, dulce, fresquito y burbujeante” Dancing coqueen –vermut blanco con un baño de aceite de coco extra virgen, sirope de frambuesa, zumo de limón y soda–; la “dulce, amarga, cítrica, aterciopelada y más guapa imposible” Vestida y alborotada  –con buen mezcal, aperitivo Select, licor de madroño, zumo de limón, sal de chapulín (pa’ que amarre) y aquafaba casera–; o el “ácido, picante y peligroso como la siete muelles” Espíritus del mal –Martini Vibrante aperitivo sin alcohol, sirope de jengibre, zumo de lima, soda y tabasco–, que garantiza ‘cero resaca’. Y para convencer a quienes no sean de cócteles, el reto favorito de Currello, Manila Mule, con bourbon, infusión de hibisco, sirope de jengibre casero, zumo de limón ¡y cerveza! “Fresco, especiado y con un punto amarescente”. Con esta propuesta, ¿quién se resiste al verano en Lavapiés?

La Nobia (http://lanobia.es/) abre los siete días de la semana, de 13:30 a 15:30 h. y de 20:00 a 00:00 horas de lunes a jueves; y de 13:30 a 01:00 h ininterrumpidamente de viernes a domingo. Tiene capacidad para 50 personas y su precio medio –más que razonable teniendo en cuenta la calidad y la elaboración de sus platos–, es de unos 25-30 €. El de los cócteles, entre 7 y 10 €.

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