Publicidad
El mítico bar-coctelería situado en la montaña del Tibidabo y que hizo famoso Loquillo gracias a su canción “Cadillac solitario”, cumplirá en enero 35 años. Pocos han sido los cambios que ha sufrido este establecimiento, que sigue fiel a su estilo clásico y parisino: terciopelo burdeos, madera cuidada, toques de diseño –como los ventiladores que firma Javier Mariscal– y música suave en su interior, y unas extraordinarias vistas en el exterior. Posee dos terrazas, una a la entrada del edificio y otra elevada –Merbeyé Sky– que abre en verano y que puede reservarse para fiestas privadas, como también puede reservarse el espacio Cabaret o incluso todo el local, con una capacidad para 200 personas. Durante el día ofrece una sencilla oferta: raciones, ensaladas, pizzas, tapas y hamburguesas, aunque sin duda subir una soleada mañana de domingo a tomar el vermut es una de las mejores opciones. Pero quizá el auténtico Merbeyé se despierta cuando el sol cae y las luces de la ciudad comienzan a iluminarse. Un lugar casi mágico y muy romántico en el que tomar un cóctel con la ciudad de Barcelona a los pies. Esta Navidad Merbeyé propone uno muy especial elaborado con crema de leche, Disaronno y chocolate líquido.
Más información: www.merbeye.net
