La Rioja Alta, S.A., representada por su presidente, Guillermo de Aranzabal, toma el relevo de Alma Carraovejas (Pedro Ruiz) en un cargo rotatorio entre las bodegas patronas. La vicepresidencia corresponderá en esta nueva etapa a Juvé & Camps (Meritxell Juvé).
En un momento de incertidumbre global en el sector, la Fundación refuerza su compromiso con la excelencia, la cooperación y la proyección internacional del vino español y su cultura.

La Fundación para la Cultura del Vino (FCV) ha anunciado el relevo en su presidencia, que a partir de este mes pasa a manos de La Rioja Alta, S.A. representada por su Presidente Guillermo de Aranzabal Agudo, quien sucede a Pedro Ruiz Aragoneses, CEO de Alma Carraovejas, tras un periodo especialmente activo al frente de la entidad.
La designación responde al carácter rotatorio de este cargo entre las bodegas patronas de la Fundación, que actualmente está integrada por las bodegas Alma Carraovejas, Juvé & Camps, La Rioja Alta, S.A., Marqués de Riscal, Bodegas Muga, Terras Gauda y Tempos Vega Sicilia, así como por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La vicepresidencia en este nuevo ciclo corresponderá a Juvé & Camps mediante su Consejera Delegada, Meritxell Juvé, consolidando así el espíritu de colaboración y equilibrio que define el trabajo conjunto de las bodegas fundadoras.
La Rioja Alta, S.A. afronta ahora este mandato con la voluntad de fortalecer la vocación de continuidad y cooperación entre las bodegas patronas y de seguir impulsando la misión cultural y divulgativa de la Fundación. “La Fundación para la Cultura del Vino representa la unión del conocimiento, la tradición y la innovación del vino español. Nuestra responsabilidad es, en una época de incertidumbre global en el sector vitivinícola, seguir promoviendo su cultura y su prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras”, señaló Guillermo de Aranzabal tras el nombramiento.
Con esta nueva etapa, la Fundación para la Cultura del Vino reafirma su compromiso con la difusión del vino como patrimonio cultural, el apoyo a la investigación y la formación, y la cooperación activa entre bodegas y administraciones públicas para fortalecer la imagen del vino español en el mundo.