El pasado 13 de marzo, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bullas celebró el XI Certamen de Calidad de Vinos en el que Bodegas Lavia recibió dos medallas de oro, en la categoría “Tintos con crianza en madera añadas 2013 y 2014” con las referencias Lavia Paso Malo 2013 y Lavia Origen 2014.
Para Sebastián Boudón, director técnico de Bodegas Lavia, “estos dos galardones son un premio al trabajo que todo el equipo viene realizando en los últimos años y un reconocimiento a la regularidad y gran calidad que están demostrando nuestros vinos”.
Una calidad que viene avalada por las puntuaciones de las mejores guías de vinos como la internacional y prestigiosa guía Robert Parker’s Wine Advocate, Peñín o Proensa entre otros.
Las claves del éxito: suelos profundos y pobres y un viñedo de altura y ecológico
A 800 metros sobre el nivel del mar se encuentra el paraje de Venta del Pino, de gran riqueza paisajística y tradición vinícola, que data de la época de los romanos y en el que se ubican los pagos ecológicos de Bodegas Lavia de la familia MGWines.
En total, 12 hectáreas de viñedos ecológicos en vaso de la variedad Monastrell de más de 50 años, profundamente enraizados en terrenos arcillosos, en un terroir muy característico de cepas rodeadas de monte, suelos profundos y pobres en materia orgánica, formados por aluviones, limos y materiales calizos de diferentes tamaños, que son capaces de dejar una impronta en el vino.
Destaca entre todas el pago de Finca Paso Malo, que da el nombre al vino top de Bodegas Lavia, y en el que encontramos silex arrastrados de los montes superiores, con buenas reservas hídricas que quedan al alcance de las raíces de las viejas cepas de monastrell.
Al frente del equipo, Sèbastien Boudón define un sello personal con una elaboración muy afrancesada, sin filtrados y sin más levaduras ni enzimas que las autóctonas propias de la uva. Al más puro estilo francés, Sèbastien aplica fermentaciones en barrica y bazuqueo a mano para los vinos más mimados de la gama como Finca Paso Malo.