Corría 2015 cuando unos jovencísimos Franchesko Vera y Flor García, pareja sentimental y profesional, abrían un minúsculo local para darle ‘caña’ al panorama gastro de la capital aragonesa. Una década después, su restaurante (en un espacio mayor y muy especial) es un referente de la alta cocina de España y Aragón, con un Sol Repsol y destacado en la Guía Michelin.
Su cocina, personalísima, pivota en torno al producto, la técnica y el concepto. Reverencian el recetario aragonés, pero beben también de cocinas foráneas, con especial gusto por las de Asia y Latinoamérica. Con atrevimiento y descaro (por algo son Gamberro), pero con respeto a la materia prima y a su comensal.
Franchesko, un chef curiosísimo, ejecuta platos tan cambiantes como la estación y otros fijos por aclamación popular (como su pizza de aire, la croqueta thai o el Guardia Civil 2.0) que se presentan en un único menú de 17 pases (70 euros).
En bodega y sala, Flor García y Julio Canales crean una experiencia única y controlan una bodega de lo más interesante, tan cosmopolita como baturra. Una década después Gamberro está en su mejor momento. Y para celebrar esos dos lustros de vida, han organizado una serie de menús a cuatro manos cada jueves de este mes. El pasado día uno empezaron con Jorge Algarate de El Descorche (Zaragoza, un Solete Repsol), mañana 8 de mayo le toca a Toño Rodríguez, de La Era de los Nogales (Sardas, Huesca), una de las nuevas estrellas Michelin de esta edición de la Guide Rouge en Aragón. Amigo íntimo de Flor y Franchesko, su cocina contemporánea de base tradicional es impecable. El 15 de mayo, esperan a otro primer espada . Hablamos de Diego Guerrero y su Vidocq (1 Sol Repsol, recomendado en Guía Michelin), referente de Formigal (Huesca) y de la mejor cocina de alta montaña. Más información: www.restaurantegamberro.es