La célebre colaboración entre Grupo Mosh y Grupo Dani García inicia un nuevo y audaz capítulo con la apertura de Motel Particulier Marbella, una experiencia completamente reimaginada de restaurante y club privado en una de las direcciones más icónicas de la ciudad.
Ubicado en la joya arquitectónica de Aresbank—un imponente edificio de inspiración árabe de los años 80 en la Milla de Oro de Marbella que había permanecido cerrado durante más de 20 años— este amplio espacio, ahora renacido gracias a una significativa inversión de ocho cifras, cuenta con más de 2.000 m² distribuidos en varias plantas. Acoge un restaurante, dos terrazas al aire libre, un piano bar y un club privado de socios, invitando a los huéspedes a desaparecer del mundo exterior y reaparecer en un lugar más decadente, más seductor y completamente desconocido.
Diseñado en colaboración con el aclamado interiorista Lázaro Rosa Violán, el espacio combina una elegancia atemporal con una inmersión vanguardista. La visión culinaria está liderada por César Alonso, exchef de los restaurantes insignia de Gastón Acurio, aportando una maestría refinada a cada plato.
Motel Particulier no es un restaurante: es una dimensión oculta, diseñada para quienes anhelan belleza, privacidad y misterio. Aquí, los cinco sentidos no solo se estimulan, sino que se seducen. Desde el aroma de cítricos y humo que flota por las terrazas, hasta los graves aterciopelados de bandas sonoras curadas que parecen envolver la piel, cada elemento está calibrado para transformar tu estado de ánimo y agudizar tus sentidos.
En el corazón de la experiencia se encuentra un viaje culinario donde el alma mediterránea se encuentra con la precisión japonesa. Cada plato —como el Wagyu Yakitori, el Negitoro de Langosta 24k o el impactante Imperial Surf & Turf— parece más una escena de un sueño que una comida. El Tomahawk, terminado con el glaseado característico de Shio Koji, es un momento de teatro: atrevido, primitivo e inolvidable.
El programa de cócteles Black Obsidian juega con la temperatura, la textura y la ilusión. Un solo sorbo puede florecer en especias, humo o silencio. Cada trago es una invitación a perderte.
Desde las primeras horas de la noche hasta la madrugada, la experiencia se transforma. Trajes de alta costura se deslizan entre mesas perfectamente iluminadas, las actuaciones surgen sin previo aviso y el flujo de la noche lleva a los huéspedes sin esfuerzo del restaurante al piano bar y la terraza en la azotea. Ninguna visita es igual a otra: cada noche se convierte en su propia historia.
Aunque Motel Particulier recibe a todos los huéspedes en su restaurante, terrazas y bares, la membresía desbloquea un nivel de exclusividad aún más profundo con una sala privada dedicada exclusivamente a los socios. Más que acceso, el Members’ Club ofrece un sentido de pertenencia a un mundo paralelo, creado para los culturalmente curiosos y los estéticamente exigentes. Aquí, el diseño es íntimo, la programación cuidadosamente curada y la discreción absoluta.