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Desayunos tardíos y ‘recovery brunch’ en Casa Salesas

El Sojo madrileño es el nuevo punto de encuentro para disfrutar de un desayuno a “deshoras” entre semana y un brunch los fines de semana.

Con la intención de que las mañanas del madrileño barrio de Salesas cobren nueva vida y significado, Casa Salesas –Fernando VI, 6– cuenta con dos cartas pensadas para disfrutar de los desayunos tardíos más apetecibles.

El Recovery Brunch, disponible los sábados, domingos y festivos desde las 13:00h hasta las 16:00h (y siempre amenizado por un DJ), es ideal para recuperarse de las noches más largas. Es por ello que cuenta con un menú especialmente diseñado para remontar el día con bocados y platos como gildas, huevos benedict o royale, rigatoni al vodka Little Italy o cacio e pepe con huevo y schnitzel vienés. Todo ello con un abanico de cócteles como Mimosas Vintage, Salesas Bellini, Bloody Barrio o Almirante Spritz.

Como broche final, acompañan opciones como la tarta de queso Tatel, tarta de chocolate con AOVE y sal o el sándwich Salesas de helado de vainilla y Nutella. Todo ello acompañado de un Espresso Martini o Carajillo Mexicano y disponible tanto en el interior de Casa Salesas como en su terraza con vistas a la SGAE.

Dirigido por el equipo de cocina de Mabel Hospitality, con el chef ejecutivo Juan Antonio Medina al mando, Casa Salesas también apuesta por los desayunos a “deshoras” entre semana, con una carta de lunes a jueves –de 10:00 a 12:30h– que incluyen propuestas saludables como shots de frutas y verduras, zumos naturales y smoothies.

También hay opción de disfrutar de bowls, que se elaboran con yogurt artesano de uno de los vecinos del barrio, Petramora, plagados de ingredientes como las bayas de Goji, semillas de chía, albaricoques deshidratados y crema de cacahuete y kiwi.

Para beber, Casa Salesas ofrece una experiencia única para los amantes del café de especialidad a través del Blend Casa Salesas: personalizado por Veracruz, caficultores artesanos y de comercio justo.

Los huevos llegan en sus diferentes formatos, desde unos benedict con bacon o royale con salmón de noruega, hasta en tortillas con calabacín o atún. Mientras las tostas –elaboradas con pan del vecino Magdalena de Proust– se condecoran con pollo y guacamole; salmón ahumado, pepino y salsa tártara; aguacate y huevo pochado, así como en un croque monsieur y croque madame.

En el apartado dulce, no falla el bizcocho casero de limón, caracola, pan au chocolat, croissants, crêpes rellenas y la magnífica french toast con chantilly o pancakes con sirope de arce y crema chantilly.

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