Cocina con corazón. La que se elabora con el mejor producto fresco y la que nace del gusto por hacer bien las cosas. Ésa es la filosofía con la que nació el primer Corxus en Ibiza y con la que ahora Chus Martínez repite en Barcelona, concretamente en el número 12 de la céntrica Rambla de Catalunya. La puesta en escena cambia, pero no así la propuesta gastronómica, que potencia y promociona la despensa de proximidad a través de proveedores de confianza. Éstos son precisamente los que surten el escaparate del nuevo Corxus, donde los chefs de la casa cocinan al momento montaditos, platillos y platos con la mejor materia prima. Chus Martínez, maître, sumiller y máximo responsable de la oferta del restaurante, selecciona únicamente los mejores productos de cada zona de España: las verduras y hortalizas de El Prat, las anchoas del Cantábrico o el pulpo de Galicia. “Nuestra máxima es mimar artesanalmente cada producto, respetando sus propiedades y su sabor original”, advierte Chus. Prueba de ello es la parada de mercado de la entrada, que muestra a la vista del cliente los mariscos, los pescados y las carnes que llegan a diario al restaurante para nutrir una cocina de horario ininterrumpido.
El restaurante dispone tanto de carta de tapas como menú diario, cuyas propuestas no se repiten de un día para otro. Algunas de las especialidades de Corxus, en Ibiza y ahora también en Barcelona, son los huevos cabreados (por su punto picante), las frituras de pescado, los montaditos con foie mi-cuit, langostinos o calamares y las alcachofas fritas laminadas. En repostería, con elaboraciones totalmente caseras, destacan la tarta de chocolate, la tarta de queso o el roscón a la crema catalana.
La bodega de Corxus es tan amplia como el local, que ocupa dos plantas (una reservada a grupos o eventos especiales). Las referencias provienen mayoritariamente de D.O. españolas y sus precios se sitúan a partir de los 10 euros.