Romain Fornell y Óscar Manresa
El empresario restaurador Óscar Manresa y el reconocido chef con estrella Michelin, Romain Fornell, se han unido para devolver a la vida un restaurante mítico en Barcelona: Casa Leopoldo, que abrió sus puertas por primera vez en 1936. Su idea no ha sido simplemente recuperar el nombre de este octogenario restaurante –cuyo máximo embajador fue el personaje creado por Manuel Vázquez Montalbán, Pepe Carvalho–, sino también recuperar y mantener su decoración taurina y la esencia de su cocina. Así, su propuesta en los fogones se basa en la cocina popular catalana, una cocina que quieren que esté al alcance de todo tipo de públicos.
Cap i pota “Pepe Carvalho”
La carta juega con entrantes, segundos platos y postres que componen un menú dinámico, cambiante y a precio cerrado; a la vez que se mantienen tapas clásicas de la antigua carta y sugerencias de platos para compartir. Destacan entre las recetas míticas de este establecimiento el cap i pota “Pepe Carvalho”, entre otros platos de la cocina catalana en general y barcelonesa en particular.
El lenguado a la Meunière, el “rabo de toro” –prácticamente liquidado de las cartas de la ciudad– los fideos a la cazuela, las albóndigas con sepia, los arroces, el fricandó… son los garantes de la cocina popular catalana en el Casa Leopoldo del futuro, bien arraigado al Raval barcelonés.
“Queremos acercarnos a todo tipo de personas y devolver al Raval y a Barcelona las recetas populares de la gastronomía catalana», explica Óscar Manresa, copropietario del establecimiento junto al chef Romain Fornell.
«Contamos con la imagen icónica de un restaurante con más de 80 años de historia», afirma Romain Fornell, «pero queremos adaptarnos al comensal actual, con gustos amplios, gourmet e internacional”.
La cocina, en el piso inferior, no se esconde al comensal, que la intuye al entrar y percibe de ella los sabores de un recetario propio. El servicio en sala se presenta uniformado y con el espíritu de confort y atención personalizada que requiere una casa de comidas actual, abierta tanto a un aperitivo informal como a un ágape destinado a una larga sobremesa. Casa Leopoldo culmina su puesta al día custodiando los símbolos de su pasado para construir un futuro dinámico y al alcance de un público diverso.