Esta casa de comidas de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) regentada por tres cocineros jóvenes – Romina Reyes, Pau Pons y Héctor Barbero–, fundamenta su oferta en guisos y platos sencillos.
Los callos fueron el prólogo de la edición 2025 de San Sebastian Gastronomika, que comienza hoy con el lema ‘Tradición-Regeneración’.

Entre las diez recetas, la ganadora era la única que este año llevaba garbanzos, y también, una de las pocas donde se podía percibir un toque picante. Por lo demás, el guiso tenía la fluidez y la melosidad justas y permitía distinguir a la perfección la textura de todas las piezas. El premio, por cierto, viene a ser para L’Artesana de Santa Eulàlia como el pan debajo del brazo con el que dicen que nacen los niños, porque el negocio acaba de abrir sus puertas. “Arrancamos con L’Artesana en Poblenou, y la buena acogida nos ha animado a abrir el segundo local”, explicó Pau Pons, quien, igual que sus compañeros, estaba emocionado y un poco abrumado. “Somos una casa de comidas de barrio y tratamos de dar buena cocina casera a precios populares. Hemos venido aquí a disfrutar y ha sido una gran sorpresa ganar el premio”, concluyó.
El concurso, como cada año, tuvo un nivel muy alto. “A este concurso no te presentas. Somos nosotros quienes buscamos todo el año quién hace unos callos maravillosos”, dijo Pedro Martino, el cocinero asturiano fundador del concurso. Los elegidos fueron Cristina Rei, de la Gitana (Gijón, Asturias); Raúl del Moral, de San Remo (Palencia); David Morera (Deliri, Barcelona); Iván Rozas, del Bar O Timón (A Coruña); Santiago Ramírez, del Bar Taberna Solana (Ampuero, Cantabria); Conchi Jurado, de Bikandi Etxea (Bilbao); Lucía Fernández, de La Tabernilla de Oviedo (Oviedo); Adrián Collantes, de La Barra de la Tasquería (Madrid), y Wahiba Kebir Tio, de Hevia (Madrid).
El corte de la mayoría de los guisos fue muy parecido: callos sin legumbre (excepto en el ganador), y todos ellos con salsas muy sedosas, limpias, sabrosas y melosas, aunque también todas muy prudentes en cuanto al pique. “Está claro que los restauradores tratamos cada vez más de que los platos puedan complacer a un público amplio y diverso”, reflexionó Elena Arzak (Arzak***), miembro de un jurado donde también estuvieron Miguel Laredo (Taberna Laredo), Sacha Hormaechea (Sacha) y Pablo Loureiro (Casa Urola); Benjamín Lana, director de San Sebastian Gastronomika y director general de Vocento Gastronomía, y Guillermo Elejabeitia, periodista gastronómico y miembro de una familia de restauradores al frente del hotel y restaurante Echaurren (por cierto, ganador de la primera edición del campeonato).