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Una de las cualidades que mejor definen a un buen restaurante es la capacidad de sorprender a sus comensales año tras año. Y en Arbidel (Calle Oscura, 1. Ribadesella. Asturias) saben cómo hacerlo a la perfección.
El chef Jaime Uz estrena temporada (tras el cierre anual que dedica a poner en orden todas las ideas que surgen a lo largo del año) y vuelve apostando –más que nunca– por los productos locales. Para ello reduce su carta para dejar paso a las sorpresas diarias del mercado. Busca huir de la rigidez en carta para jugar con las sugerencias y esa es una de las mejores formas de encontrar el producto con una calidad inmejorable. Así, ensalza los sabores de una tierra que alberga una inmensa riqueza. Verduras de temporada, pescados de rula, carnes 100% asturianas…
Sugerencias que por supuesto complementan a los imprescindibles de cada día. La, llena de contrastes, Coca tostada de ahumados, sardina y algas (verduras texturizadas y Gamonéu), el sabroso Falso risotto de champiñón y trufa, tuétano de coliflor, espárrago de campo y mar, el afamado Ravioli de morcilla trufado (manzana-setas-Varé) o el sorprendente Néctar de manzana y apio, puré de guisante, algas, helado de romero y leche aireada son solo algunas de las exquisiteces que ofrece el Arbidel más fresco y localista de la historia. Más información: www.arbidel.com
