RESTAURANTES

Abre en Barcelona Os-Kuro, un japonés íntimo y sofisticado

Su nombre ya nos da una pista de cómo es el local, ya que ‘kuro’ significa ‘negro’ en japonés, y es que la oscuridad es su característica principal. La penumbra al entrar es envolvente y transporta al comensal hacia una atmósfera íntima, elegante y sofisticada. 

Os-Kuro –ubicado en los bajos del céntrico Hotel Claris– es un proyecto personal de Joaquim Clos, Director General de Derby Hotels Collection, y su objetivo es ofrecer cocina japonesa tradicional, servida por un equipo de profesionales que aman y respetan la cultura nipona.

Un restaurante que nace con elegancia, sabor y espíritu evolutivo en el alma. Su proyección, desde el inicio, es convertirse en un gran japonés de Barcelona, a pocos metros del Paseo de Gracia.

Michele Camolei, Director de F&B de Claris Hotel & Spa, con Joaquim Clos, Director General de Derby Hotels Collection

El mejor pescado de las lonjas españolas se exhibe y se trabaja en la barra y frente a las pocas mesas privilegiadas desde las que contemplar el espectáculo del sushiman. Una escalera de caracol transporta al comensal a un segundo espacio, un restaurante pensado para el disfrute de la sobremesa y propicio a compartir, conversar y disfrutar.

Una pared tapizada de sakes precede a la acomodación en sala, previo paso ligero por una cocina abierta y medida al milímetro. Allí se aplica la cocción justa y el correcto emplatado a platos como el Yakisoba de gambas rojas, el Bacalao Miso, el Wagyu japonés o el Bogavante y sisho, únicos en la ciudad.

La extrema calidad del producto se intuye en el minimalismo de la zona de fuegos y sus herramientas. Excelencia en estado puro y una impecable ejecución, es el lema del equipo al frente de Os-Kuro.

Yakisoba de gambas rojas

Joaquim Clos define Os-Kuro como un japonés de excelencia, con los mejores productos de aquí y de allí. El sake y el wagyu –de las prefecturas de Miyazaki y Kagoshima– se importan bajo la experta mirada de Michele Camolei. Los pescados y mariscos llegan frescos de las lonjas de toda España, adquiridos según temporalidad, supervisados y previstos para cortarse y ejecutarse desde la más estricta autenticidad nipona. Los imperdibles postres, en los que destacan los contrastes, responden también a esa fusión de culturas que converge en este establecimiento singular.

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