Cuenta con el patrocinio la Denominación de Origen Cariñena y está basada en la novela autobiográfica del escritor y periodista Antón Castro y dirigida por Javier Calvo. Recrea una historia de amistad y amor durante la España de la Transición en plena vendimia en los campos de la comarca de Cariñena.
La película “Cariñena, vino del mar”, cuyo principal patrocinador es la Denominación de Origen Cariñena, llega mañana viernes, 20 de junio, a las salas de cine.
El inconfundible paisaje pedregoso de la D.O. Cariñena (con su lema “El Vino que Nace de las Piedras”) es un protagonista más del film, junto a los actores Diego Garisa –encarnando al joven Antón Castro-, Alejandro Bordanove, Blanca Laínez, Alba Martínez, Itziar Miranda, Nacho Rubio, Ricardo Joven, Paco Paricio y Javier Aranda.
El estreno oficial ante el gran público está precedido por la magnífica acogida de dos proyecciones previas. El pasado martes, coincidiendo con la celebración del I Encuentro Nacional de Festivales de Cine en Zaragoza, recibió una gran ovación de varios minutos. Y esta tarde llega a la sala grande de los cines Palafox zaragozanos con el aforo completo desde hace días y alrededor de mil asistentes. Tras la proyección habrá un coloquio moderado por la periodista y presentadora del programa de TVE “Historia de nuestro cine”, Elena Sánchez, con Javier Calvo y parte de su equipo.
El director ha explicado que “Cariñena, vino del mar” es una película “llena de luz que remite al verano de nuestras vidas, a los amores estivales, que trata sobre el proceso de encontrarse a uno mismo en la transición a la edad adulta, que tiene como telón de fondo la época de rápidos cambios políticos en el país. Así, los dos motores de la historia son el personaje principal, un antihéroe, y el contexto de la transición política”.
Calvo tiene claro que el apoyo de la D.O. Cariñena fue capital para poder impulsar el proyecto porque fue la entidad que puso la primera piedra hace seis años. “Sin su apoyo, esta película no hubiera salido adelante. Ellos fueron el motor para construir el sudoku que supone levantar la financiación de una película”, ha afirmado.
La iniciativa surgió en una comida de Calvo y Castro con el director de Comunicación y Marketing de la D.O., José Luis Campos. La propuesta del cineasta fue más tarde apoyada por el entonces presidente de la D.O., Antonio Ubide, y ratificada por el pleno del Consejo Regulador por unanimidad. Según subraya Campos, “todos coincidimos en que era un proyecto en el que había que estar e impulsar, conscientes del retorno que podía generar para la Denominación y sus gentes»
Nadie duda ya de la gran oportunidad que el film ofrece para dar a conocer la bimilenaria cultura del vino en los municipios que componen la D.O. Cariñena, la mayor y más antigua de Aragón, y una de las más antiguas de España.
“El título es Cariñena, nada más contundente para la visibilidad de la D.O. Además, el 70% está rodado en los viñedos de esta comarca, es decir, que la promoción se vende sola”, ha resumido el director.
El presidente de la D.O. Cariñena, Antonio Serrano, se mostró entusiasmado por la plasmación de la novela en la gran pantalla y, además, asegura verse reflejado personalmente en esa época de juventud. A su juicio, supone una excelente proyección, tanto para la D.O. como para el atractivo turístico y paisajístico de las viñas que, tanto ahora como en otoño, están “espectaculares”.
Serrano considera que la cultura y tradición del vino tienen una historia que debe seguir apoyándose con nuevas iniciativas y nuevos productos que combinen tradición e innovación, máxime teniendo en cuenta las dificultades que atraviesa el sector desde la pandemia y la incertidumbre en los mercados con motivo de los aranceles.
Tampoco el inspirador de la película, Antón Castro, se ha quedado atrás observando la gran repercusión que tendrá en la visibilidad del territorio, el paisaje, la gente, el trabajo y el vino, “puede sorprender a muchos al descubrir un lugar precioso, más allá de enclaves tradicionalmente turísticos”. Y ha reparado en que, a veces, las viñas al atardecer cuando sopla el viento adquieren la forma del mar; de ahí el nombre de “vino del mar”, título también de un libro suyo de poemas.