El proyecto de investigación trabaja sobre la hipótesis de la existencia del ‘Bobal blanco´ y busca identificar variedades minoritarias centenarias que evidencian la riqueza histórica y la variedad del patrimonio vinícola de Utiel-Requena
El estudio se basa en la necesidad de diversificar la producción, partiendo de la oportunidad de diferenciación y tipicidad que ofrecerían nuevos vinos basados en variedades autóctonas prácticamente olvidadas, como el Corazón de Cabrito, Valencí blanc o el Tortosí
La Universidad Politécnica de Valencia (UPV) en coordinación con el Grupo Coviñas ha llevado a cabo durante los dos últimos años una interesante investigación del viñedo para la diversificación agrícola en el cultivo ecológico y la obtención de nuevos productos de calidad diferenciada.
En línea con el manifiesto de Coviñas, que basa su aprendizaje en el cuidado y observación del campo y en el comportamiento de la viña, el grupo sigue investigando cómo mejorar la productividad del viñedo manteniendo siempre el foco en la calidad de la uva. Gracias al uso de las actuales técnicas de identificación molecular, la bodega y la universidad trabajan sobre la hipótesis de la existencia del `Bobal blanco’; además se han podido identificar algunas variedades minoritarias olvidadas y se ha analizado el comportamiento de los distintos portainjertos-variedad en el cultivo ecológico.
Esta investigación que comenzó en el 2019 se llevó a cabo en unas parcelas seleccionadas por sus características propias con tres objetivos de estudio:
Idealmente para establecer patrones de comportamiento sólidos son necesarios tres años de estudio pero, las investigaciones llevadas a cabo durante los dos últimos años ya revelan datos muy interesantes:
El proyecto está subvencionado por las ayudas de cooperación para proyectos piloto en el marco del Programa de Desarrollo Rural de la Comunidad Valenciana (PDRCV 2014-2020), con la cofinanciación del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER), la Conselleria d’Agricultura, Desenvolupament Rural, Emergencia Climática i Transició Ecológica y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En palabras del presidente del Grupo Coviñas Jose Miguel Medina, “este estudio ha demostrado científicamente comportamientos de la vid que ya habíamos observado pero que no podíamos explicar. Estamos muy interesados en que este estudio se pudiera prolongar un año más para poder ampliar el análisis de más plantas de ‘Bobal blanco’ que puedan suministrarnos otros agricultores, ampliar las microvinificaciones, así como comprobar el efecto de los patrones en una tercera anualidad y localizar e identificar otras cepas que no se sabe a qué corresponden”.