El vino y el chocolate hacen muy buena pareja porque los dos son antioxidantes y afrodisíacos, pero a veces en boca no se quieren tanto y causan una sensación áspera. Ahora, Brix –la primera marca de chocolate premium diseñada para disfrutar con vinos– llega a España de la mano de Lavinia, ofreciendo una solución idónea para maridar estos dos alimentos que se encuentran entre los preferidos para mucha gente.
Y es que Brix es el primer chocolate creado ad hoc para acompañar al vino. Hecho a base del mejor cacao de Ghana (famoso por su sabor único con notas de frutos rojos) y mezclado con la más alta calidad de chocolate belga para repostería, resulta ser el complemento perfecto para el final de la comida. Una mezcla con un sabor tan puro que realza los matices que se encuentran en los grandes vinos, sin llegar nunca a eclipsar su paladar.
Los chocolates Brix llegan a España en cuatro variedades y con diferentes formatos para degustar según la ocasión: Milk (46%), Smooth (54%), Medium Dark (60%) y Extra Dark (70%) junto con la recomendación de vino con el que maridar cada uno y según el gusto del cliente, ya sea tinto, rosado, blanco o espumoso.
Su versión “hanger” (5,90 €) es perfecta para acompañar una botella de vino para dos. En cambio el formato “barra” permite disfrutar en grupo (por 11,40 €) de esta experiencia.
«La versión Extra Dark es idónea para degustar con tintos maduros y la Smooth Dark con espumosos”, recomienda la prestigiosa sumiller Meritxell Falgueras que propone, además, aventurarse y probar estos chocolates con destilados envejecidos como whisky o bourbon. En cambio el “Smooth Dark” con un 54% de pureza está increíble con un espumoso de método tradicional (como el cava o champagne) o con el aroma floral del riesling. Pero también con variedades con mucha carga frutal como el merlot y sus notas a ciruela. Y el “Milk” con un 46% de chocolate y con leche marida a la perfección con un rosado. Pero donde sorprendre es con los vinos dulces como un buen oporto o con los delicados moscatos, ideales para postre.
Brix también se puede degustar con algunos licores o destilados. Así que, para aquéllos que gustan además de una buena conversación en torno a un armagnac o un whisky, Brix les propone suculentas combinaciones; ya que los licores fuertes, especiados y envejecidos –sobretodo en barricas de jerez– realzan la sensación dulzona del chocolate. Así, los “Medium Dark” maridan con los ahumados y el “Smooth Dark” con whiskies más suaves, como los envejecidos en barricas de bourbon. La versión “Milk” de Brix es deliciosa con whiskies suaves y dulces que aporten notas de caramelo o vainilla.
Estas son solo algunas sugerencias, comenta Meritxell Falgueras, “ya que la única regla del maridaje es que no hay reglas y el único secreto es experimentar. Atreverse es el primer paso de conseguir la perfecta harmonía”.
La gran heterogeneidad de los vinos que podemos encontrar en el mercado casa a la perfección con cada una de las propuestas de chocolates Brix. Ambos tipos de productos tienen un aroma embrigador, una textura que no deja indiferente y diversos tipos de dulzor. Cuanto más cacao, más amargor y menos porcentaje de azúcares y grasas. Por esta regla de tres, cuanto más cacao, más cuerpo ha de tener el vino; y cuanto más ligero sea el chocolate también lo debería ser el vino.
Y para regalar, Brix propone la “Brix Collection”: una caja con las cuatro variedades de chocolate y las indicaciones precisas para el ritual de degustación. Una idea perfecta para sorprender con algo nuevo que además te permitirá interactuar y aprender a catar. El precio de la caja con los cuatro sabores es de 24,90 €.
Brix se comercializa en exclusiva en Lavinia, tienda especializada en vinos y famosa por la búsqueda de productos únicos que permiten disfrutar del mundo del vino desde todas sus vertientes.