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El pasado jueves, a las 19 horas, se celebró en el BCN Urban Hotels del Comte de la capital catalana, la primera cataterapia de vinos dirigida y guiada por la escritora y especialista en comercialización y comunicación del vino y del enoturismo, Alicia Estrada.
Durante el encuentro, la escritora del libro Los 100 mejores vinos por menos de 10 euros de Planeta, explicó a los invitados su filosofía sobre el mundo vinícola, y es que, Estrada propone en su libro un acercamiento más bien experiencial que técnico. “No me importan las notas de cata, aunque evidentemente he probado más de 350 vinos para llegar a la selección del centenar. Pero no explico en cada ficha si huele a sandía o recuerda a madera, sino los momentos ideales para degustarlo y las historias que hay detrás”.
Al inicio de la cata, la especialista explicó brevemente los matices de los vinos atlánticos y mediterráneos, y cómo afectan al sabor y al olor factores como la altura de la plantación, temperatura, etc. Todo ello para poder recorrer, después, un viaje a la felicidad a través de la comparación de 6 vinos hechos de la misma uva (tempranillo) pero cultivados en diferentes zonas, pasando después por un vino más amigable (Rioja) a uno más equilibrado (Ribera del Duero) hasta llegar a la potencia y elegancia del Toro.
La cataterapia se centró en la Felicidad, concepto que inspira el grupo hotelero, y durante la misma los asistentes pudieron degustar tres vinos y maridajes diferentes:
– Viña Real Crianza (D.O Ca. Rioja): Vino expansivo, de amistad, fondo de bodega. Intenso, con aromas frescos a frutos rojos, regaliz y un buen ensamblaje de vainilla y tostados con recuerdos de canela. Un vino equilibrado, vivo y muy amable.
– Ébano 6 Roble (D.O Ribera del Duero): Vino expansivo, de amistad, fondo de bodega. Carga frutal, mineralidad. Buena estructura, envolvente y con muy buena acidez.
– Almirez (D.O Toro): Vino introspectivo, de soledad o silencios compartidos. Fresco y frutoso, notas de brandy, torrefactos y café. Un vino expresivo, elegante, cremoso, aromático, de paso amable. Grata calidez y maderas finas.
– Breca (D.O Calatayud): Vino de chimenea, botiquín del epicúreo, autocomplacencia. Fruta madura, especiado, roble cremoso, tostados, complejo y terroso. Potente, teninos maduros, moras negras, recuerdos de lavanda.
– Valdorroa Mencía (D.O Valdeorras): Frescor frutal y vivacidad de los tintos atlánticos más la expresividad de la Galicia interior, con olor a bosque.
– Etim Verema tardana Negre (D.O Montsant): Un vino patrimonial, recuerdo de vinificaciones perdidas.
La cata se realizó a la luz de las velas y se amenizó con el teclado de Aleix Salvadó, que acompañó la velada con sus melodías.
Para finalizar, Alicia Estrada argumentó que “El vino tiene magia pero no necesita trucos, tiene el poder de regalar gotas de felicidad.”
