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El pasado viernes día 12 de junio el DOGC publicó la concesión de la calificación de “vino de finca” para Teixar de Vinyes Domènech. Se trata del primer vino de la DO Montsant y el cuarto de Cataluña que se le concede la prestigiosa calificación de “vino de finca”. Se trata de un reconocimiento, concedido por el INCAVI, que además de las características singulares y climáticas, distingue los vinos de uvas procedentes de una misma finca en propiedad, que sigue unos protocolos más exigentes por parte de la DO, en cuanto a producción, rendimientos y puntuacions por su calificación y que tienen una categoría y un prestigio tanto nacional como internacional a lo largo de diez años.
La finca de Teixar de Viñas Domènech viene del nombre de un paraje de Capçanes conocido como la Fuente del Teixar. Contiene parcelas de una superficie de 3 ha y se encuentra ubicada en un espacio natural protegido, de gran belleza y valor ecológico, entre la sierra de Llaberia y el Montalt. En esta zona, rodeada de montañas con bosques de pinos y sotobosque mediterráneo, la orografía es muy irregular, hecho que favorece la intensidad de los vientos y una menor insolación, ofreciendo un microclima único.
Las viñas reconocidas son viñas viejas de garnacha peluda, originaria de Tarragona y muy escasa; viñas de muy baja producción y de viticultura ecológica y biodinámica. Viñas que crecen en un clima en que predominan los vientos húmedos de levante en verano, y de los vientos fríos y secos norteños, principalmente el mistral, denominado aquí sereno o cierzo, que entra por la depresión del Ebro, en primavera y el invierno. Las lluvias son escasas, entre 350 y 500 litros anuales, más abundantes en otoño y la primavera. Este microclima retrasa el ciclo vegetativo de la planta y favorece una maduración más lenta que proporciona la máxima expresión a la garnacha.
Por otro lado, los suelos, pedregosos calcáreos, en terrazas tienen una pendiente de moderada a fuerte, entre 10-35% de inclinación y una orientación norte-sur. Estos rasgos diferenciadores proporcionan singularidad y tipicidad al vino. Todo ello es el que ha permitido que este vino cumpliera con los requisitos que exige un reconocimiento de este tipo.
