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Clandestino es el último proyecto del chef Javier del Blanco. Ubicado en pleno centro de León, se ha convertido en una parada imprescindible para todos aquellos que buscan una experiencia culinaria diferente. Y es que aquí los comensales encuentran una propuesta gastronómica arriesgada y divertida que va a la par con su ambientación.
Ya su nombre avisa de que lo que se encuentra al atravesar sus puertas: un prometedor secreto que merece la pena descubrir. Los jóvenes emprendedores que están detrás del proyecto (la calidad de la cocina y una muy cuidada estética son las señas de identidad de todos sus restaurantes) se inspiraron en los speakeasy neoyorquinos para crear este atractivo espacio donde se puede saborear una espléndida gastronomía urbana.
Porque Javier del Blanco ha dado forma a una original carta cuya máxima es divertir al comensal. Recetas como el Steak tartar de canguro; el Gofre de patata, pulpo a la parrilla, mahonesa de kimchy y ajo negro; el Tiradito de pez mantequilla con aceite de café, fruta de la pasión y granada; el Taco de carne roja, noodles y salsas clandestinas; el Ceviche de corvina, aceitunas en dos texturas y jengibre confitado o postres como la Falsa mandarina y coco helado resumen a la perfección la esencia de su filosofía: cocina de producto con carácter, atrevida, que no olvida sus raíces y que habla de la ciudad y sus cientos de historias. Los vinos que acompañan estos platos son igualmente atrevidos: referencias inusuales y muy bien escogidas que complementan estas propuestas.
Además, un impresionante jardín vertical divide y comunica dos espacios diferenciados. A un lado, Clandestino y al otro Koi, un exquisito restaurante japonés que también destila magnetismo, claro. Magnetismo compartido con el Mercado o La Trastienda del 13 (y próximamente por la Central Gastro, en Vigo), todos ellos con el transgresor y genial sello de sus creadores. Más información: www.clandestinoleon.es
