Vive La Mercè más gastronómica

Barcelona celebra su Fiesta Mayor el 24 de septiembre. Con este motivo, no son pocos los locales de la ciudad que han diseñado menús o platos especiales que se pueden disfrutar los día previos y posteriores a este día festivo. Nosotros os sugerimos algunos que tienen un denominador común: recuperar la auténtica cocina barcelonesa.

Windsor homenajea a la ciudad con el ‘Menú Barcelona’

El primer restaurante que os sugerimos es Windsor (Còrsega, 286), un establecimiento ubicado en un edificio modernista que tiene como seña de identidad la cocina catalana actualizada y que es todo un referente en la Ciudad Condal. Su ambiente refinado, su espacio íntimo y tranquilo y su excelente servicio crean el vehículo ideal para sumergirnos en su ‘Menú Barcelona’.

Bacalao con patatas y alioli de Windsor

Un menú que como su nombre indica, homenajea a la capital catalana y nos lleva a viajar en el tiempo con el paladar. Lo que propone es una selección cuidadosa de platos emblemáticos de la cocina barcelonesa del siglo XX, tanto populares –los que se servían en las casas humildes– y aquellos que disfrutaba la burguesía catalana en los establecimientos ‘top’ de la época, la mayoría desaparecidos, como la Maison Dorée, un café y restaurante ubicado en la plaza de Cataluña de Barcelona que funcionó de 1897 a 1918. Para crear este menú –disponible hasta finales de mes– el equipo de Windsor se ha basado en la obra de Nèstor Luján ‘Vint segles de cuina a Barcelona’. Entre los aperitivos, encontramos la langosta con salsa tártara del Hotel Ritz, el pato a la naranja del Cau Ferrat y una receta típica de la cocina popular: la tradicional sopa de tomillo. En cuanto a los platos principales, también hay recetas típicas de la cocina popular barcelonesa como son el bacalao con patatas y alioli o el cordero con samfaina dulce, una de esas recetas que hará las delicias de los barceloneses porque les recordará a la cocina de sus madres y abuelas, y que los turistas descubrirán con sumo placer. Completan la propuesta los míticos canelones Rossini de la Maison Dorée. Como postre, no podía faltar la Crêpe Suzette del Restaurant Glacier, a la que seguirán los ‘entretenimientos’ (petir fours), acompañados de unos panots de Barcelona (azulejos de chocolate) y un surtido de las tradicionales neules (barquillos). Aunque algunos de estos platos, como los canelones, son más típicos del invierno, su propietario, Joan Junyent, aclara que es un menú que ofrecen durante el verano (esta es su segunda edición) para acercar la auténtica cocina barcelonesa a los turistas, ya que es en esta época cuando hay más afluencia, aunque también es un menú muy recomendable para los barceloneses, invitándoles a redescubrir los sabores de su memoria.

Molino de Pez se suma a la celebración con un menú especial

Inspirado en la casa de comidas de la casa madre de los Redruello en Madrid, La Ancha, Molino de Pez (Còrsega, 346) recoge al mismo tiempo la esencia de las casas de comida barcelonesas, esos bistronómicos donde la tradición se adapta a los gustos locales. Estos días se suma a la celebración de La Mercè con un menú que recoge e interpreta con admiración la tradición moderna de la ciudad: «Hay tantos platos interesantes en la gastronomía popular que nos hubiera gustado incluir, que al final hemos optado por recoger los más icónicos, aquellos que a pesar de tener (algunos) casi cien años de historia, son más actuales y populares que nunca», explica Manuel Villalba, su chef ejecutivo. Disponible durante toda la segunda quincena de septiembre, consta de dos entrantes, plato principal, prepostre y postre, con maridaje incluido (de tres vinos).

Bomba de Molino de Pez – Foto de Roger Alsina

Da comienzo con la bomba Molino de Pez de presa ibérica, morcilla y chorizo, un homenaje a la célebre tapa inventada por La Cova Fumada en La Barceloneta y con la ensalada de tomate, bacalao y cebolla ‘cop de puny‘, una interesante versión de la tradicional esqueixada. El plato principal es otro hit de La Barceloneta, la zarzuela, que en Molino de Pez elaboran con rape. Fechada hace exactamente 100 años, la zarzuela fue un éxito popular de las llamadas fondes de sisos, establecimientos que se consideran precursores de la restauración popular actual donde se servían abundantes raciones de cocina tradicional a muy buen precio. Originariamente la zarzuela, consistía en un langostino, dos mejillones y un calamar, todo salteado con una picada de cebolla y tomate y sofrito en aceite, con sal y pimienta. Su nombre, que alude a un género musical popular muy de moda por aquel entonces, encumbró este plato hasta el día de hoy. Finalmente, el postre lo componen el bolado de limón, una versión del tradicional dulce alargado, elaborado con clara de huevo a punto de nieve con azúcar y limón, que aún se puede encontrar en pastelerías tradicionales como La Colmena y la versión del Pastís de La Mercè, la receta creada al alimón por Antonio Bachour y Jordi Vilà y cedida a la ciudad como obsequio: una tartaleta de miel, higos y almendras.

Jon Cake se alía con Toni Roig y reversiona un postre típico de Barcelona: las encasadas

En Cataluña existen muchos dulces típicos como la crema catalana, las catanias e incluso los carquinyolis pero hay un dulce típico barcelonés que ya poca gente conoce, de hecho, podríamos decir que se encuentra prácticamente en peligro de extinción: las encasadas. Actualmente, sólo lo elabora la casi bicentenaria Pastelería La Colmena, con Toni Roig, su quinta generación, al mando. Un dulce que llegó a ser tan célebre, que incluso Einstein saboreó y alabó en cuanto lo probó, como postre en una cena homenaje, en 1923. Elaborado con masa quebrada, que a su vez se prepara con harina, mantequilla, azúcar y sal, tiene un relleno tradicional de requesón, huevo, azúcar y limón.

«Conocer la existencia de las encasadas fue para mí todo un descubrimiento», explica Jon García, propietario y pastry chef de Jon Cake, que añade: «Desconocía que Barcelona tuviera un postre propio representativo. Habiéndome dedicado los últimos 4 años a crear e innovar con pasteles de queso, descubrir que Barcelona ya disfrutaba de un dulce con queso, casi como un pastel, fue toda una inspiración». Para La Mercè Jon García ha creado su singular versión de encasada siguiendo la receta de Roig, revisando el relleno e inspirándose en la receta original: la encasada rellena de crema de pastel de queso. Disponible hasta el 27 de septiembre y sólo en Jon Cake & Wines, en calle Gelabert 42.

DelaCrem y Oriol Carrió ofrecen un helado y un postre en honor a La Mercè

En 2023, el reconocido pastelero de origen portorriqueño Antonio Bachour, creó junto a Jordi Vilà (y bajo el auspicio del Gremi de Pastisseria de Barcelona) un pastel para regalar a la ciudad. Un pastel que, en su receta, recogiera la esencia de territorio y la estacionalidad de los productos, retratando con ello el carácter festivo de la principal fiesta popular barcelonesa. A su reinterpretación, elaboración y comercialización se apuntaron muchos maestros pasteleros de la ciudad, y entre ellos, Oriol Carrió, que este año lo vuelve a ofrecer en su pastelería (Bailén, 216). El Pastel de La Mercè es una tartaleta de pasta sablée de almendras, que se rellena con crema de almendras e higos y se finaliza con capa de crema de miel. Coronando, los lustrosos higos en su mejor momento de temporada lucen en forma de gajos, cubriendo la sabrosa tartaleta.

Además, podemos disfrutar de su versión helada de la mano de la heladería artesanal DelaCrem (Passeig Sant Joan,59 y Enric Granados, 15). Este helado inspirado en el pastel, está elaborado con almendra e higos de Lleida, junto a miel de Castelldefels. Un sabor delicado y veraniego, con matices al templado otoño que está a la vuelta de la esquina.

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