Cepas Viejas Bobal

Tipicidad y esencia

Cepas Viejas es un auténtico homenaje de Murviedro a la variedad autóctona bobal, el más auténtico de todos, proveniente de viñedos viejos de poca producción en los que se percibe la máxima tipicidad de la variedad. Tipicidad y esencia marcan la diferencia de un producto único. Un auténtico buque insignia de la bodega. Cepas Viejas Bobal

Tipo: Vino tinto
D.O.P.: Utiel- Requena
Variedad: Bobal
Graduación: 13% vol.
PVP: 10 €

Elaborado exclusivamente a partir de uvas seleccionadas de viñas viejas de baja producción. Este vino demuestra el potencial de calidad de la bobal, uva autóctona de Utiel-Requena. Despalillado y suave estrujado de la uva, seguida de una larga maceración a temperatura controlada y mediante un exclusivo sistema de remontados. Fermentación maloláctica. Crianza en barricas de roble americano y francés Allier durante un mínimo de ocho meses. Color rojo picota intenso con ligero ribete teja. En nariz es profundo y complejo, recordando a frutillas del bosque sobre un fondo balsámico de toffee y vainilla. En boca es fresco, denso y carnoso, con taninos redondos y postgusto muy largo.

La bobal: la gran protagonista
“Devolver a la tierra todo lo que nos ha dado en estos años” es, en palabras el enólogo Juan José Muñoz, director técnico de Bodegas Murviedro, uno de los objetivos que perseguía Bodegas Murviedro con la adquisición de la finca de 10 hectáreas de cepas viejas que corrían el riesgo de ser arrancadas. Se trata de un viñedo de baja producción que permite aplicar una viticultura respetuosa con el medio ambiente y de mínima intervención, con la finalidad de obtener vinos que expresen la tipicidad de la parcela. Con la variedad bobal como protagonista indiscutible del viñedo propio de Utiel-Requena, la finca simboliza la apuesta más decidida de la bodega por este varietal autóctono, con el que hasta el momento ya ha recibido múltiples reconocimientos a nivel internacional. La bodega dispone desde hace muchos años de referencias elaboradas con este varietal puro, entre los que podemos encontrar Cueva de la Culpa o Murviedro Colección Reserva Bobal, teniendo su máximo exponente en el vino que abandera el nombre del proyecto: Cepas Viejas.

“Invertir en proyectos que reconocen el valor de la tierra y apuestan por el cuidado de la variedad local” es otro de los objetivos que persigue este joven equipo liderado por Marc Grin, que ha convertido en realidad su mejor sueño. Con este proyecto, Murviedro se aferra aún más si cabe a sus raíces.
La bobal ha sido una uva que siempre ha trabajado la bodega con muy buenos resultados. Pero ahora a la ilusión por el nuevo proyecto, y la posibilidad de pisar y cuidar el terruño, se suma el interés del mercado. De un mercado ya conocedor, preparado y receptivo, que ansía nuevos vinos de calidad que sean capaces de sorprender al consumidor.

La nueva parcela permitirá ahora a Bodegas Murviedro experimentar y buscar vinos con carácter propio, interviniendo lo menos posible. El viñedo ha estado cuidado con mimo y se le ha hecho un seguimiento desde su adquisición, siguiendo de cerca su evolución. Los técnicos han apreciado que es duro frente a las plagas e inclemencias del tiempo y que su producción es baja, como ya sabían en la bodega, porque con este proyecto no se ha buscado productividad sino exquisitez y calidad, propia de unos racimos muy compactos con un fruto muy dulce y un grano muy pequeño, debido a la escasez hídrica de la zona.

Nueva Cueva Museo
La compañía vinícola, que es la filial del grupo Schenk en España, ha completado su apuesta por lo local con la inauguración de su Cueva Museo en el barrio de La Villa de Requena, que pretende ser un espacio de divulgación para acercar la cultura del vino a todo tipo de público, acompañándoles a descubrir su historia y haciéndoles partícipes de los secretos que encierra el mundo enológico en la comarca Requena-Utiel. Y no es casual que se haya hecho coincidir este acontecimiento con la celebración del 90 Aniversario de la bodega, ya que como ha destacado el Director General de Bodegas Murviedro, Marc Grin, “es en Requena donde se trasladó la bodega hace ya más de 20 años donde queremos estar y llevar a cabo nuestro proyecto de futuro. Y es en el barrio de la Villa, desde la nueva Cueva Museo, desde donde Murviedro quiere contribuir a acercar la cultura del vino al visitante, para que, adentrándose en las cuevas, pueda disfrutar de un trocito de nuestra historia, que es la de nuestra comarca”.

La nueva Cueva Museo ha recreado un recorrido por la historia de la bodega, que surge en 1927 cuando la familia Schenk decide dar un paso más en su expansión instalándose en España en busca de vino de calidad para el norte de Europa; recordando la etapa de los 80 en la que se produce el salto del vino a granel al embotellado, pasando por su traslado a Requena en 1997, lo que modificó la estrategia de la compañía y le condujo a un mayor crecimiento y consolidación de su marca. Un reconocimiento a la calidad de sus vinos que le ha valido la proyección internacional a lo largo de todos estos años.

Marc Grin ha querido enfatizar que en esta nueva etapa el viñedo va a adquirir un protagonismo especial, ya que a la inauguración de la nueva Cueva Museo hay que sumar la adquisición de la nueva Finca Casa Lo Alto, donde la bodega quiere llevar a cabo un proyecto de enoturismo que verá la luz este verano y apostar por la agricultura ecológica y las técnicas biodinámicas. Un paraíso de 150 hectáreas que se suman a los viejos viñedos de la partida El Ardal.

En definitiva, “una apuesta por el terruño y la tipicidad que cierran el círculo y dan sentido al sueño de Arnold Schenk de crear un grupo empresarial que cubriese todas las fases del proceso vitivinícola, desde el viñedo al consumidor final”.

Patrimonio Mundial de la UNESCO
Utiel-Requena es referente en los vinos de bobal, variedad que supone el 80% de la producción. Sus uvas representan una gran mayoría de la cosecha y es que de las más de 33.000 hectáreas de viñedo en producción, amparado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Utiel-Requena, casi 24.000 corresponden a este varietal. Casi todas las bodegas de la zona tienen un bobal singular y no es de extrañar que exista una iniciativa impulsada por el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, con el apoyo de la Mancomunidad del Interior “Tierra del Vino” y del Consejo Regulador de la D.O.P.Utiel-Requena, para que todo el ámbito que ocupa la D.O.P. Utiel-Requena (municipios de Camporrobles, Caudete de las Fuentes, Fuenterrobles, Requena, Siete Aguas, Sinarcas, Utiel, Venta del Moro y Villargordo del Cabriel), obtenga la calificación de “Paisaje Cultural de la Vid y el Vino” que otorga UNESCO. En este sentido, y desde octubre de 2017, el patrimonio arqueológico vitivinícola ubicado en la D.O.P. Utiel-Requena aspira a integrar la selecta lista de bienes que Unesco considera Patrimonio Mundial. Los yacimientos íberos de este territorio, que atestiguan la elaboración de vino con fines comerciales desde hace más de 2.700 años, optan a esta calificación de valor universal.

Vino Homenaje, 1927
Este vino, de edición limitada, que lleva por nombre la fecha de la fundación de Bodegas Murviedro (1927), se trata de un monovarietal de bobal que seleccionaron los enólogos del grupo Schenk como vino homenaje, decantándose de forma unánime por embotellar 100% bobal y destacando por encima de todo “su carácter único”. El vino elegido procede de una selección de uvas de la parcela El Ardal, de la que hablábamos y que Bodegas Murviedro adquirió con la finalidad de conservar un patrimonio único de la zona, las viñas viejas de bobal. Este vino surge de la primera añada de esta parcela, la añada de 2016, cuyas viñas dieron 1,5k por cepa. Unas cepas que por su edad, más de 70 años, ofrecen una regularidad tanto en sus frutos como en la cantidad.

Comentarios del enólogo
Cabe recordar que la añada de 2016 fue una añada seca, con poca pluviometría, lo que hizo que se conformara una racimo pequeño y compacto, con gran concentración de sabores. Tanto la viticultura como la elaboración practicada con este vino ha sido de mínima intervención, intentando que reflejara todo el potencial y características del terroir. La uva fue recolectada el 04/10/16, fermentada a 25ºC con la propia levadura que recubre la superficie de su grano y se le realizaron suaves remontados. Tras 15 días de maceración se realizó el prensado. La fermentación maloláctica se realizó en depósitos de acero inoxidable, para una vez acabada trasegarse con sus lías finas a un fudre de 5.000 litros donde se realizó su envejecimiento durante seis meses. Se han embotellado alrededor de 600 botellas de “1927” para obsequiar a clientes y amigos de la bodega.

Bodegas Murviedro
Ampliación Polígono El Romeral, s/n
46340 Requena (Valencia)
Tel.: 962 329 003
www.murviedro.es

 

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